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Por suerte, todavía siguen quedando lugares en Barcelona que mantienen su esencia como el primer día. Si vais a la Barceloneta, cerca de la plaza del mercado se encuentra una pequeña taberna de estilo andaluz donde el tiempo se ha parado: Maians (rechacen imitaciones). Allí os encontraréis con Indalecio, Inda para los amigos, un tipo formidable con el que es imposible no reírse, que cogió la batuta que le dejó su padre para seguir con el negocio familiar del que ya formaba parte su hermano y él mismo. Se respira buen rollo, se come de lujo, los precios son los mismos que hace diez años, y el trato es muy cercano. Además, tienen banda sonora local propia, un grupo de rumberos que se pasan día sí y día también a cantar y animar el cotarro. ¿Qué más se puede pedir?

Una pequeña taberna de estilo andaluz donde el tiempo se ha parado

El local es pequeño y el boca oreja hace casi imprescindible reservar mesa de antemano, sobre todo el fin de semana. El estilo recuerda a la típica taberna de pescadores: redes, farolillos, madera, azul marino y un centenar de fotos antiguas que cuelgan de las paredes. Tómate una cañita muy bien tirada de Estrella Galicia, mientras esperas a que te den sitio y vete abriendo boca con una selección de tapas de aúpa. Obligatorio probar las Gambas al Brandy y mojar pan en la salsa como si no hubiese mañana, no olvidarse de degustar probar el Cazón en adobo, un clásico gaditano donde los haya, los Calamarcitos y el Xató -lo bordan-. Siguiente paso, los segundos, su especialidad son la paella, el arroz negro y la fideuá. Te recomendamos encarecidamente que no te pierdas, sobre todo, ninguno de los dos últimos, son literalmente exquisitos. Para lograrlo, solo tienen un secreto: seguir al dedillo su tradición familiar. Es decir, cocinar con mucho cariño recetas tradicionales y usar productos frescos del día.

A estas alturas del festín, seguramente estés más que satisfecho, sin embargo, siempre se debe dejar un mínimo hueco para el postre. En Maians te preparan el Maiansú, un tiramisú casero de receta propia para chuparse los dedos, y darle la bienvenida a un buen chupito digestivo. Pídele a Inda que te prepare su especial sabor a piruleta y date un homenaje para cerrar la comilona. Momento de pagar, y en Maians, es el mejor momento. Por que si algo tiene bueno este sitio es que su ticket medio son unos 20€ por persona (¡lo que oyes!), así que sabemos de muy buena tinta que cuando te traigan la cuenta proclamarás sin tapujos «¡Larga vida al Maians!» (el único y verdadero, ya que ¡ojo! le salió una imitación en el Paseo Borbón de la Barceloneta, que nada tiene que ver ni de lejos, y que os recomendamos evitar a toda costa).

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