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Ariana Díaz Celma

Ian Svenonius, figura crucial del underground planetario y de teorías marxistas un tanto beodas -aunque se comenta que es abstemio-, acaba de lanzar Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock (Blackie Books), un libro que entrelaza música y política desde un punto de vista tan personal como brillante. Líder de los desaparecidos The Make Up y de los coetáneos Chain & the Gang, Svenonius carga de ideología revolucionaria cada una de las acciones que han construido su vida. Hace unos días pasó por el festival Primera Persona y aprovechamos para entrevistarle. Pensábamos que nada podía superar el nivel de disfute que resulta de leer sus teorías, pero nos equivocábamos…

¿Crees que haber nacido en un año tan clave como 1968 y crecer en plena escena hard rock y punk en Washington puede tener algo que ver con la carga ideológica de tu libro en particular y todo lo que has hecho en la vida en general?

Creo que el libro tiene que entenderse como arte, es algo abstracto que tiene que poder existir sin tener que buscar el porqué. Odio que se tenga que buscar una interpretación para todo. Da igual donde haya nacido, crecido o en qué año hayan pasado las cosas.

Debe ser la naturaleza humana, siempre intentamos encontrar explicaciones para todo…

Por eso me gusta la astrología, las interpretaciones son siempre mucho más abiertas. Por ejemplo, me gusta Buñuel porque todo es como un sueño. Me parece muy estúpido reducirlo todo a la ciencia y las pastillas. Fíjate en Prince, es un ser misterioso del que no sabes mucho y eso no afecta su trabajo. Incluso podríamos poner a Bob Dylan en este saco.

¿Qué signo del zodíaco eres?

Géminis.

Sois un signo muy interesante, pero ambiguo, siempre salís por donde uno menos se lo espera…

Sí, me has descrito muy bien, me gusta que todo quede siempre abierto y que sea poco concreto, que nada esté escrito al 100% y las dobles interpretaciones. Y tú, ¿qué signo eres?

Tauro.

Como mi exnovia, gente muy testaruda. Es un buen signo, me gusta mucho, pero a veces no os entiendo.

Preguntas mucho, se nota que has estado a cargo de Soft Focus, un programa de televisión retransmitido a través de Vice, en el que entrevistabas a gente. ¿Se te da mejor preguntar o que te pregunten?

Si hacemos una estadística, he sido más entrevistado en la vida y he entrevistado menos. Pero debo decir que cuando acepté presentar Soft Focus empecé a ser un peor entrevistado porque de repente sentía empatía por quien entrevistaba. Y cuando esto sucede tus respuestas ya no son igual de brillantes. No sé si soy claro, cre que sí.

Volviendo a las dobles interpretaciones, ¿crees que tu libro puede dar pie a dobles interpretaciones?

Totalmente. De hecho creo que incluso es incoherente en algunas teorías que yo mismo he creado. Me gusta vivir en constante contradicción.

Lo que sí queda claro es que se trata de una crítica devastadora al capitalismo. Dadas las actuales circunstancias económicas y sociales, ¿crees que es un modelo en crisis?

Sí. Durante 20 años no podías pronunciar la palabra capitalismo porque nadie la reconocía como tal. Hoy por fin puedes usarla y criticar el modelo. Y más en América, un lugar en el que te obligan a obsesionarte con tu estatus.

¿Por qué crees que esto sucede?

Por culpa de gente grotesca que resulta siendo inmoral. Yo les llamo representantes electos, es decir, personajes ricos que se supone tienen la misión de rehabilitar al resto de gente y servir de modelo. Ejemplos claros son Jay-Z o Richard Branson.

En el libro cuentas que el rock’n’roll es una invención del capitalismo, un movimiento que pretende limpiar su imagen. ¿Qué pasará si este modelo económico desaparece? ¿Lo hará la música también?

El rock es algo indefinido, nada en él es absoluto, excepto el hecho de que suena, un término muy descriptivo, por cierto. Nació para rehabilitar el capitalismo, pero también podemos afirmar que seguirá existiendo si desaparece.

En el libro también cuentas que las bandas deben ir unidas a una ideología, algo poco común en nuestros días y que tú siempre has defendido en formaciones como Chain & The Gang o The Make Up…

Todas y cada una de las bandas que nacen deben hacerlo con una ideología concreta, que no tiene que estar linkada al mundo de la música. Hay que hacer comedia con la comedia, los temas deben sorprender a la gente. Sólo hay que ver los grupos que triunfan, todos invocan algo que no tiene nada que ver con la música que hacen.

¿Algún ejemplo?

The Who siempre se han definido como un grupo pop art. La ideología es algo así como el truco de un mago, algo que añade otra dimensión a tu música. No tiene porque ser «soy anarquista o comunista» pero sí creo que debe decir algo más de quién eres.

Tú has tenido muchas bandas: Nation of Ulysses, The Make Up, Chain & the Gang… ¿Has ido cambiando formaciones porque también lo hacía tu ideología?

Por supuesto mi forma de pensar ha cambiado un poco, pero en general mis ideales siguen siendo los mismos.

No puedes parar de escuchar en modo repeat…

Los Downtown Boys, una banda de Providence. No son sólo una banda, son muchas cosas más. Lo puedes notar por la forma cómo suenan y por cómo tocan. Esta semana también he estado escuchando la banda sonora de Primitive London. Y debería añadir Gary McFarland y The 39 Clocks.

Algo que prohibirías…

La libertad absoluta es errónea. Yo prohibiría no ser entusiasta en esta vida.

Ya para acabar, dinos qué tipo de literatura podemos encontrar en tu mesita de noche.

Todo lo que sea no ficción. Sólo leo historia y filosofía…

Podemos adivinar que eres una persona clásica en formas. ¿Qué opinas de los formatos digitales?

Soy fiel defensor del vinilo, de hecho si pincho siempre lo hago en este formato. Cuando haces una sesión con discos hablas sobre ti y lo que has ido construyendo en tu visa. El mp3 no es real, es un engaño y muestra una imagen errónea de uno mismo. Así es muy fácil engañar a la gente.