Situado en un antiguo palacete del siglo XIX frente a la Estación de França, Clubhaus es el nuevo the place to be en Barcelona. Este espacio que aúna diferentes conceptos y, sobre todo, mucha diversión. Cuando te adentras en el local y descubres la planta baja del local, rápidamente descubres el leitmotif que define el proyecto que Albert Mateos y Joel Sierra, sus cofundadores: la creatividad es belleza y actitud. Así, encontrarás dos restaurantes y tres bares, una sala de karaoke, una zona de juegos y una sala de ‘members-only’ en la que celebrar diferentes actividades y eventos. 

 700 m2 distribuidos en dos plantas rebosantes de arte, creatividad y la mejor cocina callejera asiática y mexicana

La primera parada de nuestra visita fue la sala Show Room, que está abierta todo el día y en la que lucen exposiciones itinerantes y murales que dan una pista de la esencia urbana e inspiradora de Clubhaus. Nos sentamos en una mesa próxima a la ventana que además de las vistas del barrio del Born, nos ofrecía una panorámica muy especial del espacio. En el primero de los dos restaurantes de  Clubhaus se sirven desayunos desde bien temprana la mañana, y dispone de una carta para comer y cenar, basada en la que el encanto del life style mediterráneo se fusiona con la comida callejera asiática y la mexicana.

Nosotras comenzamos la andadura por la carta con la ensalada de frutas y burrata italiana, continuamos probando los tacos de la Baja California – con un delicioso pescado rebozado-, el sofisticado pulpo a la brasa sobre un manto de humus, el ceviche de corvina y, para refrescar el paladar, optamos por el brownie con bolas de helado de vainilla y siropes de chocolate y caramelo. Algo que nos sorprendió gratamente de las posibilidades gastronómicas de la carta de la Show Room es que todas son gluten free. También que hay gran variedad de platos veganos, así como smoothies frescos y saludables, aunque nosotras nos decantamos por probar una michelada de mango que nos teletransportó a las calles de D.F.

Palabra, los 700 m2 de Clubhaus dan para mucho. En la planta baja nos encontramos con la Jungle Room, una sala de juegos ideal para perderse y desconectar, ya sea jugando una partida de ping-pong mientras ves a los chefs de la cocina manos a la obra y aprovechas para pedir una suculenta hamburguesa con patatas. Y, para el público más exclusivo, Clubhaus lo tiene todo pensado: si te haces miembro del espacio podrás acceder a las ‘masterclasses’, ‘workshops’, ‘afterworks’, actuaciones de artes escénicas experimentales o sesiones de la prestigiosa red de música electrónica Boiler Room que tendrán lugar en la Galaxy Room. ¿A qué esperas para pasarte por Clubhaus y vivir una experiencia inolvidable? Ya nos contarás.