Jacquemus debuta en la hostelería con Café Citron, el sueño de todo instagrammer
Lo reconozco: siento una auténtica debilidad por Simon Porte Jacquemus, el enfant terrible de la moda francesa, que sin apenas llegar a los 30 años de edad, se ha consolidado como uno de los valores de la haute couture. Natural de Salon-de-Provence, una aldea de la Provenza francesa, en sus colecciones para hombre y mujer y a diario así como en sus redes sociales, nos ofrece unas sensaciones que nos mantienen enganchados: y es que nos liga a la vida real, lo cotidiano y mundano del día a día, manteniéndose fiel a sus raíces rurales y el ritmo slow de la campiña francesa.
El diseñador es reconocido por trasladar la alegría y el slow de la Provenza a la alta costura
Las prendas de sus colecciones son elaboradas con materiales que Jacquemus define como «reales», como el algodón, el lino y la lana; y sus desfiles están impregnados de un romanticismo juvenil y bucólico que visibiliza la pureza y el carisma de un sur de Francia habitualmente eclipsado por París, estandarte habitual de la cultura gala.
Hace un mes, el diseñador nos sorprendió con su último proyecto en el que debuta en la hostelería en alianza con Caviar Kaspia: Café Citron (en referencia a su color favorito) en París. El amarillo cítrico de los limones prima en el imaginario del local, situado en el nuevo puesto de avanzada de las icónicas Galeries Lafayette en Champs-Élysées, y ofrece una muestra de la vida provenzal en el corazón de la capital francesa.
Con mesas y sillas sencillas de madera, limoneros y macetas de terracota blanqueadas por el sol, el espacio es tan Jacquemus como jamás podrías imaginar. El menú, en el que han trabajado los reconocidos chefs de repostería Cédric Grolet, Jeffrey Cagnes y Anthony Courtiells (entre otros), tiene una línea saludable, presentando tostadas con mermelada casera o huevos cocidos, verduras y sardinas mediterráneas marinadas con romero y pistacho, y un sin fin de tartas caseras.
Sin olvidar el ya famoso postre de limón del pastelero Cédric Grolet, coronado con margaritas. Todo acompañado de una excelente selección de vinos naturales del sur. También es probable que haya una selección de queso francés y pan rústico casero, muy parecido al que se sirvió en desfile de su colección de la próxima AW19 a principios de este año.
Sin duda alguna todo un sueño para todo instagrammer que se precie.