Montoya es un espacio creativo de Poblenou creado por Skye Maunsell y Jordi Veciana. Su objetivo era crear un espacio inspiracional con un ambiente ideal para descubrir, desarrollar y dar forma a nuevas ideas. El 23 de octubre celebrarán su segunda exposición bajo el programa Montoya Concept. Se titulará Rastrografías, y repasará la obra de Carlos Herraiz. F: Cortesía de Carlos Herraiz

Montoya celebra la segunda exposición del programa Montoya Concept con Rastrografías, una exposición del barcelonés Carlos Herraiz

Herraiz es un jovencísimo artista barcelonés que a los 18 años se mudó a Edimburgo para iniciar su carrera artística. Allí empezó a trabajar con una serie de ideas e inquietudes que ha ido desarrollando hasta día de hoy. Ideas como la soledad, el aislamiento o el olvido. Herraiz desarrolló su práctica en la escuela de arte de Leith, en la Glasgow School of Art y en la Academia de Arte de Barcelona.

Tras una residencia de un año en Leith, Herraiz ha podido profundizar en su obra y sus ideas han tomado otros matices que han llevado al artista a querer prescindir de la figura y a crear cuadros puramente abstractos, que él sigue viendo como figurativos. De ahí nace la exposición Rastrografías, su segunda muestra individual.

Rastrografías se compone de una colección de obras de arte co-creadas, según el propio artista, por él mismo, el paso del tiempo y la acción de los elementos naturales. El artista pensó que todo el mundo acumula manchas en sus vidas; manchas de experiencias que penetran y empapan. Pérdidas, desamores, frustraciones, sueños… Se acumulan y se vuelven parte de nosotros mismos. Herraiz las ve como el reflejo de algo que sucedió en el pasado y que ya no está presente.

Cortesía de Montoya y Carlos Herraiz

A partir de aquí, y movido por el interés por el curso de algo que está presente a algo que está ausente, el artista investiga el proceso biológico del cambio, de la degeneración, del crecimiento y del decrecimiento; observa cómo algo tangible se convierte en polvo, vacío, silencio, memoria, olvido y, en definitiva, en mancha. A partir de aquí nacen los cuadros que estarán expuestos en Montoya, del 23 al 30 de octubre. Una cita imperdible.