El apelativo Nikhil Mahale es lo primero que debe salir a colación si mencionamos las palabras Bar Bar, un nombre con ciertas reminiscencias castizas tras el que realmente se esconde uno de los mejores restaurantes indios de la Ciudad Condal. Nikhil, originario de Mumbai y chef ejecutivo de los celebrados Farzi Café del Reino Unido, es el responsable de la fantasía húmeda de cualquier amigo de las especias y los sabores intensos, aunque para nada pesados. Mahale se ha decidido por un local anodino –bien podrían servir tapas de barrio y vino de la casa algo regulero– para servir auténticas delicias hindús a tener en cuenta en el Top 5 barcelonés cuando a comidas exóticas se refiere. Sin exagerar. F: Todas las imágenes cortesía de Bar Bar

Nikhil Mahale nos lleva de viaje por 29 estados de la India a través del paladar

La carta la forman un compendio de platos que resume lo mejor de la cocina tradicional de 29 estados de la India, pasados por el filtro de la cocina de autor y creados con largos tiempos de elaboración –y maceración– a base de una lista infinita de ingredientes y especias, que matizan cada uno de los bocados que uno ingiere. Para acompañar la explosión de sabor, Mahale elabora un menú de cócteles y vinos, algunos de ellos de la India, bien interesantes para maridar la comida o cena.

Así pues, estética y sabor se funden en platos como la Samosa Chat, que se presenta con una patata bien especiada, la espuma de yogur dulce y el pico de gallo indio aparte; o el Gol Gappaaaaa, que ellos describen como una agua con gas de tamarido y cilantro especiado, relleno de arroz salvaje y lentejas, todo un acierto de la carta para empezar a abrir boca. En Bar Bar puedes terminar descubriendo que no todo es picante en la India y que el butter chicken es un plato fácil, sabroso, sin copos de chile pero con mucho gusto.

También puedes probar un vistoso Cordero picado con chutney de queso de cabra; el Duck tava massala, conos de remolacha con pato confitado y espuma de albaricoque; o el Choley Bhature, un plato del norte de la India muy popular a la hora de desayunar que en esta latitud pasa mejor a la hora de la comida o la cena y que se acompaña con pan casero hecho in situ. Porque este es otro de los platos fuertes del Bar Bar: cuentan con su propio horno tandoor del que salen auténticos guilty pleasures, panes al estilo indio sabrosos y pensados para que te dejes la conciencia en casa. Ya sea el clásico butter naan o su versión con queso, este alimento básico toma todo el protagonismo de cualquier plato gracias a su textura y sabor.

Bar Bar cuenta con una carta no solo sabrosa y elaborada, sino también variada, un acto reflejo inmediato de la tierra que representa. En Goa, en el sureste, con influencia inglesa, portuguesa y rusa, comen mucha carne. En Bangalore comen búfalo y conejos; y en Chennai, el estado contiguo, son vegetarianos debido a que la religión mayoritaria es brahmin.

El festín termina con postres como el Chocolate Swarg, un pastel de cacao oscuro, semillas de anís y crumble de mantequilla de jengibre y bayas; o el Tres leches de pistacho Malai, un pastel que da completo significado a eso del final feliz. El precio medio de la carta es de 30€, un precio irrisorio si tenemos en cuenta los complejos procesos de elaboración que maneja Mahale. No juzgues un libro por su portada y entra en el mundo de la gastronomía India más refinada en esta joya de la cocina india.