El Grupo Tragaluz renueva el icónico restaurante Cuines de Santa Caterina, ubicado en el interior del emblemático Mercat de Santa Caterina –en el corazón de Barcelona, El Born–, para volver a presentarlo a la ciudad con su mejor cara. Para esta nueva etapa, el exitoso grupo ha querido redescubrir la cocina de mercado, que da comienzo cada mañana con la ronda diaria por el mercado de los chefs José Santiago y Àlex Duran en busca del producto con el que después confeccionarán los platos de la carta. Una carta basada en la cocina catalana de autor, de esencia mediterránea y posible, en definitiva, gracias a lxs pequeñxs productorxs de proximidad y a un producto que brilla por sí solo. F: Cortesía de Cuines de Santa Caterina

Una vegetación generosa de árboles y plantas convierten a Cuines de Santa Caterina en auténtico jardín interior dentro del mercado

La integración del restaurante dentro del mercado de Santa Caterina imprime en este un carácter absolutamente singular. Algunas de sus mesas parecen estar –de forma prácticamente literal– entre las paradas del que fue el primer mercado cubierto de la ciudad; y el espacio derrocha verde, calidez y luz natural gracias a un interiorismo muy cuidado de la mano de Tomàs Tarruella y su equipo. Así, el lugar se aprovecha muy acertadamente de los espectaculares techos altos del mercado y apuesta por grandes ventanales de cristal, la madera y los materiales naturales, además de una vegetación generosa de árboles y plantas que lo convierten en un auténtico jardín interior dentro del mercado, y en un oasis dentro de la ciudad.

Las mesas, alargadas y pensadas para ser compartidas como en cualquier mercado, acaban de definir el carácter de un espacio en el que todo está a la vista y se invita al comensal a observar el proceso de preparación de los platos. Pocos mejores se nos ocurren para empezar a abrir boca que sus impresionantes Alcachofas fritas (8,50€), su Tostada de anchoa con mantequilla ahumada y limón (2u, 4,75€) o sus Croquetas de berenjena, tomate seco y parmesano (4u, 7,50€); seguidos de principales tan apetecibles y logrados como sus Mezzi paccheri con calamarcitos y espárragos (14,50€) o sus despampanantes arroces, como el Arroz caldoso con nécoras (del día) que tuvimos la gran suerte de llevarnos al paladar.

¿De postre? El ágape culmina con dulces tan apetecibles como sus Fresas gratinadas con crema inglesa y pimienta o sus Profiteroles de crema con chocolate caliente y nata. Así, Cuines de Caterina nos propone una cocina honesta en un entorno relajante, que ofrece un soplo de aire fresco ideal para desconectar durante el día a día y recupera de forma muy acertada uno de los espacios más respresentativos de la ciudad.