Hace más de tres años que Antonio Saéz colgaba la chaquetilla de doble botonadura y el toque blanche. Tras ser chef ejecutivo del Arts y pasar otros tantos años en el Lasarte, decidió dejar a un lado las estrellas Michelin para dedicarse a los tacos gourmet en un espacio que escapa del folklore mexicano para instalarse cómodamente en el minimalismo funcional. Saéz no emprendió la aventura de XUBA Tacos solo, sino que lo hizo con su socio y compañero Raúl Salcido, con quien coincidió en su época en el Arts, donde ejercía de director general. Sin traje, corbata ni gemelos, Salcido se dedica ahora a dar un servicio impecable en este transitado local que eleva el street food mexicano a la categoría de gourmet.

XUBA Tacos eleva el ‘street food’ mexicano a la categoría de gourmet

Dos elementos son protagonistas absolutis de este espacio sin artificios. Por un lado, un pomposo trompo vertical donde se cocina la carne de la cochinita a la vista del comensal y, por el otro, una máquina donde se preparan las tortillas à la minute de forma artesanal. La principal característica de las mismas es su color azul, que se consigue gracias al maíz morado, mucho más nutritivo y ligero que el amarillo, y que además cuenta con más proteínas, fibra y antioxidnantes. En XUBA Tacos, estas tortillas son clave, ya que gracias a ellas consigue un envoltorio ligero que permite dar el protagonismo absoluto al interior de cada uno de ellos, sin la necesidad de hartarse y dando así la oportunidad de probar varios tcaos de la carta.

Para empezar a hincar el diente a las delicias mexicanas que se cocinan íntegramente en XUBA Tacos, es necesario pedir su guacamole acompañado de totopos, que también se preparan con el maíz azul, para pasar a los tacos. Es imprescindible probar clásicos recién cocinados y cortados a cuchillo en su trompo, como el icónico de cochinita pibil, con cerdo duroc marinado con axiote, especias y cítricos, y servido con habanero y cebolla morada encurtida; o al pastor, también con cerdo asado en el trompo, acompañado de piña, cebolleta y cilantro. Otros bocados ya míticos nos remiten a Baja California y su cultura de fish tacos, con el de langostinos marinados en chipotle, cebolla, cilantro y aguacate; o el de lubina rebozado con cerveza negra, col lombarda y emulsión de cilantro.

Aunque fuera de la tradición estricta, uno de los best sellers es el taco de solomillo Rossini

Aunque fuera de la tradición estricta, uno de los best sellers es el taco de solomillo Rossini, con carne a la plancha, kale, foie gras a la plancha, cebolla y tarta de trufa; o la sabrosa tostada de gamba roja y pulpo en aguachile, con -obvio- gamba roja, pulpo, rábanos, aguacate y aguachile negro. Para terminar, no existe lugar para la duda: es de cajón pedir el flan de rompope -un licor de huevo mexicano- preparado al baño maría con caramelo. Para acompañar este festín, XUBA Tacos cuenta con dos máximos exponentes de la cerveza mexicana: la Modelo o la Pacífico, así como cócteles clásicos del país del guacamole como la paloma, la mezcaliña, una michelada o el clamato.

No solo las recetas remiten a una carta street food elevada, las alianzas que XUBA Tacos ha hilado en estos años han llevado a Antonio y Raúl a colaborar con nombres de la alta cocina como Martín Berasategui o Paolo Casagrande. Otros reconocimientos que ha ganado por méritos propios con el Solete Repsol, que ganaron en 2023, y el reconocimiento de los barceloneses, que llenan cada día el local y lo convierten en un spot concurrido.

Comer o cenar en XUBA Tacos te costará a partir de 25€ en su buque insignia de la calle Mallorca. No obstante, también es posible degustar sus best sellers en el Time Out Market, donde empezó la aventura hace solo unos meses.