Las clásicas milk crates americanas llevan años colándose en todo tipo de espacios. Ahora vuelven afinadas para el presente: la Vinyl Crate de HHV recupera esa estética utilitaria retro y la convierte en una pieza pensada de verdad para coleccionistas. Robusta, plegable y con capacidad para 80 LPs, es de esas cosas que solo tienen un objetivo: hacer más fácil —y más bonita— la vida del vinilo.
La mezcla perfecta entre funcionalidad y diseño
Fabricada en polipropileno de alta calidad, aguanta peso, golpes y mudanzas improvisadas. Pero lo mejor está en cómo se adapta: se pliega hasta quedar en 10 cm de ancho, se apila, y puede transportarse sin dramas al próximo set o al salón. Además, llega en siete colores clásicos —del negro al verde, pasando por amarillo o rojo— para que tu colección se vea tan bien como suena.


El auge de las cajas tipo crate en decoración viene del cruce perfecto entre estética retro, funcionalidad real y vibes DIY. Son modulares, resistentes, sostenibles y quedan bien en cualquier espacio. Para los vinileros, además, son casi un lenguaje propio: colecciones ordenadas por color, género o energía; esquinas convertidas en pequeñas discotecas; setups que mezclan diseño y cultura musical sin forzarlo.
La propuesta encaja perfectamente con la filosofía de HHV, la marca berlinesa que nació en mercadillos y ferias de vinilos y hoy sigue fiel a su mezcla de música, streetwear y cultura urbana. La Vinyl Crate es, simplemente, otra forma de contar esa historia: práctica, icónica y hecha para quienes viven el ritual de navegar entre sus discos y no solo los guardan.