Cerrar el año también va de preparar el terreno para el siguiente y empezarlo con buen pie. Y para darle la bienvenida a 2026 como toca, hemos reunido una selección de calendarios muy top pensados para arrancar con otra energía. Aquí no hay calendarios de oficina sin alma ni esos que te regalan en el súper y quedan olvidados en un cajón. Hay diseño, intención y propuestas con carácter, tan diversas como los gustos de cada cual. Opciones que acompañan, inspiran y hacen que mirar el mes tenga algo de placer. Si uno de tus propósitos recurrentes vuelve a ser organizarte mejor, llegar a tiempo (o al menos saber en qué día vives) esta guía es para ti. Seguro que alguno hace match instantáneo contigo. Toma nota y desprecinta 2026 como se merece. Foto destacada: Francesc Planes
Un año visto a través del ojo de Francesc Planes
El calendario 2026 de Francesc Planes no es un simple contador de días, sino una pieza fotográfica en sí misma. Editado en una tirada muy limitada (solo 25 copias), cada mes está acompañado por imágenes que orbitan alrededor de festividades, rituales colectivos y fechas clave. De la Paris Haute Couture Week a la Tomatina, pasando por los Oscar o las Fallas. Todo ello filtrado por su mirada afilada, sensible y con ese punto irreverente que define su trabajo. Moda, costumbrismo y celebración conviven en un imaginario visual muy personal, donde lo cotidiano se vuelve icónico y lo popular dialoga con lo artístico con el terreno fashion como eje articulador de todo ello. Un calendario que se cuelga como quien cuelga una obra, pensado para amantes de la fotografía y para experimentar el paso del tiempo como una secuencia estética, con criterio y personalidad.


Un calendario que es para comérselo
Este calendario ideado por Iranzu Duarte es de esas ideas sencillas pero geniales que te hacen pensar: ¿cómo no se me había ocurrido antes? La propuesta mezcla agenda vital y registro healthy en un mismo gesto: organizar el año mientras haces seguimiento, pegatina a pegatina, de la fruta que comes. La idea es tan sencilla como brillante: cada mes viene coronado por la silueta de una fruta distinta, pensada para ir pegando las etiquetas de la fruta que comes a lo largo del mes. Cumpleaños, citas médicas y planes conviven con en páginas listas para ser intervenidas, convirtiendo el calendario en algo vivo, personal y bastante divertido. Impreso en risografía a 3 y 4 tintas, con ilustraciones llenas de color y una estética muy cuidada, es perfecto para quienes disfrutan de los objetos bien diseñados y de los rituales cotidianos con un toque diferente. Porque sí, organizarse puede ser algo chulo, y comer mejor también. Y si encima lo puedes mirar colgado en la pared, mejor aún.


Catlendar para gente muy de gatos
El Catlendario 2026 de La Prados es un homenaje al universo gatuno en toda su amplitud. Pequeñas píldoras de conocimiento felino que se te van quedando casi sin querer, a base de verlas a diario. Todo está dibujado desde cero, con investigación previa y ese lenguaje gráfico tan reconocible de La Prados: directo, divertido y con mucha personalidad. El guiño personal está ahí, quienes la sigan sabrán que su gato Pompón se cuela a menudo en sus redes. Impreso en papel satinado de 200 g, es un calendario que funciona tanto como objeto bonito como excusa perfecta para aprender cosas nuevas durante todo el año. Ideal para amantes de los gatos, de ese humor tan suyo y de los diseños con alma propia que desprenden el cariño con que se ha confeccionado.


Un clásico que funcionará toda la vida (literalmente)
De Artemide conocemos y veneramos sus lámparas, pero el Calendario perpetuo Timor, diseñado originalmente por Enzo Mari en 1967, es otra prueba de que el buen diseño no entiende de épocas. Pensado para hacer algo tan básico como llevar la cuenta de los días, lo hace con una claridad y una elegancia que lo convierten en un objeto decorativo en sí mismo. Fabricado en ABS y PVC, resistente y fácil de mantener, su estructura modular es intuitiva y funcional; aquí todo se ajusta a mano, se toca y se vive. Es diseño moderno italiano en estado puro, donde buen gusto y funcionalidad van de la mano. Su tipografía Helvetica, inspirada en la señalética de las estaciones de tren, y su estética limpia hacen que encaje en cualquier sitio. No es ese objeto vintage recuperado, es una idea bien hecha que sigue teniendo sentido más de medio siglo después. Un regalo perfecto para amantes del diseño, de su historia y de esas piezas que elevan el día a día.


ADN barcelonés para escritorios sobrios y con buen gusto
Seguimos la línea de iconos editados con una mirada actual. El calendario de Vinçon en versión de sobremesa es uno de esos objetos que explican por sí solos por qué el buen diseño no caduca. Ideado en 1975 por América Sánchez para la mítica Vinçon, parte de una premisa tan simple como brillante: eliminar todo lo innecesario y ordenar el tiempo de la forma más clara posible. Vista mensual, domingos en rojo, ningún festivo impuesto y unas pegatinas para que tú marques lo que de verdad importa. Editado hoy por Octàgon Design, mantiene intacto su carácter minimal y funcional, con papel de alta calidad, formato compacto y una presencia discreta pero con personalidad. Ideal para quienes viven entre reuniones, listas y notas, o para darle un extra de intención a un escritorio sin estridencias. Un clásico del diseño barcelonés que sigue funcionando por no apuntar a más que ser útil y bonito, y eso, es todo lo necesario.


Humor para sobrevivir al lunes
El CRYING MONDAY CALENDAR 2026 de Jumbo Press es, sin duda, la opción más juguetona de la lista, pero sin perder ni una pizca de criterio arty. Es la prueba ilustrada de que tomarse el paso del tiempo con humor (y un punto de ironía) es casi una necesidad vital. Creado junto a la artista coreana Juice, este calendario en risografía a cuatro tintas es tan divertido como inteligente. Ilustraciones tipo cartoon, cute bien entendida (con el toque necesario de mala leche) y cero positivismo impostado. Cada mes funciona como un pequeño comentario visual sobre lo bueno, lo malo y lo absurdamente cotidiano, con espacio incluso para marcar highlights, lows y alguna que otra “profecía” mensual. Es ideal para amantes del imaginario visual coreano, del diseño independiente y para quienes afrontan los lunes con sarcasmo y una sonrisa torcida.


Romanticismo ilustrado para ordenar el año
Para quienes buscan un calendario con un punto más delicado y sensible, la propuesta de Laura Agustí es un acierto total. Sus ilustraciones de líneas finas y aire romántico te conquistarán. Hay ese punto de nostalgia, sí, pero también una claridad contemporánea que las hace muy fáciles de integrar en cualquier espacio. La colección 2026 gira en torno al universo animal y tiene ese encanto tan especial que acompaña el paso de los días. Más allá de lo estético, sus calendarios están muy bien pensados en lo práctico. Hay versión de pared con espacio para notas, calendario de mesa y un formato perpetuo para fechas especiales que te puede durar toda la vida. Papeles de calidad, formatos cuidados y una coherencia visual que hace de la organización un gesto súper cozy. Ideal para amantes de la ilustración y de los objetos bonitos y tiernos que realmente se usan.


Mes vista en clave de diseño gráfico
Colorido, con aire retro y con ese gusto afinado que se nota cuando detrás hay tres cabezas pensando en clave de diseño gráfico. El calendario 2026 de Milano Studio juega con ilustraciones estilo mid-century que se adaptan a cada mes y te ponen en situación sin caer en lo obvio. Es muy visual, muy limpio y funciona para tener de un rápido vistazo un mapa mental del mes. No es el calendario para apuntar absolutamente todo, pero si necesitas algo ligero y práctico para resolver la eterna duda de en qué día vives o en qué día de la semana cae no sé qué, este es perfecto. Oye, que para apuntar todos tus compromisos ya está la agenda. Queda bien en cualquier superficie, del escritorio de la ofi al mueble del salón, y su base roja permite ir cambiando las láminas de forma sencilla, integrándose y elevando cualquier espacio. Top en funcionalidad y estética. Un must por su formato y diseño.

