Son muchos los motivos por los que nos vamos a declarar muy a favor de Lando en este artículo. El primero, su aire neoyorkino, que deja atrás Barcelona para viajar de la calle Parlament hasta lo mejor de Brooklyn con sólo girar una esquina. Obviamente, un interiorismo de aire industrial, que deja entrever su pasado como párking, acompaña en tal azaña. La segunda, el valor extra que aporta al barrio, del que somos fans desde hace tiempo, pero en el que echábamos en falta una propuesta un poco más high end sin abandonar el espíritu de sus locales vecinos. El tercero, obvio, recae en los platos que sirven, con recetas poco complicadas pero sorprendentes y con una presentación diez. Si te hemos convencido sigue leyendo, porque Lando se va a convertir en tu nuevo restaurante favorito del mes.

Lando se sitúa en las entrañas del Passatge de Pere Calders para instalarse como uno de los rincones imperdibles de Barcelona

Lando se sitúa en las entrañas del Passatge de Pere Calders para instalarse como uno de los rincones imperdibles de Barcelona. Su apuesta se caracteriza por representar una cocina eminentemente europea con gran influencia mediterránea. Su carta, que cuenta con la asesoría de del chef Bernard Benbassat, es reducida pero acertada y cuenta con los platos de barra y los menús fijos, que a su vez se dividen entre los de mediodía -con dos primeros, dos segundos, tres postres a escoger y con bebida incluida- y los de noche -con tres primeros, tres segundos y cinco postres a escoger, bebida aparte-. El precio variará dependiendo de la semana, pero podemos adelantar que el de mediodía ronda los 18 euros y el de noche los 35 euros.

Aunque, como hemos dicho, el menú cambia cada martes, puedes encontrar platos como la crema fría tres colores -que coinciden con los que representan la bandera reggae-, un increíble arroz de tierra, la hamburguesa vegetal de legumbres con verduras de temporada -en Good2b nos sorprendió a pesar de no ser muy fans de las burgers no carnívoras-, o la ternera melosa y crujiente con salteado de verduras. Los postres son tan sorprendentes como la ensalada de frutas con yogurt al curry y cacahuetes, o la remolacha con yogurt al curry y cacahuetes. No obstante, si por algo se caracteriza Lando, es por tener oferta para todos los bolsillos. Las tapas de barra permiten picar algo sin demasiadas complicaciones, con platos como el atún en escabeche de cítricos, el pollo de medio grano marinado, la tortilla de patatas y erizo, el tuétano crujiente de galleta especiada o las siempre bienvenidas ostras.

Especial mención a los sábados al mediodía, momento en el que la barra cobra especial protagonismo, pues se convierte en el centro de la actividad de Lando. Además, incorporan a su oferta los platos con huevo y una selección de pasteles caseros. Puede que te venga a la cabeza la palabra brunch, pero la crew de Lando prefiere utilizar la expresión late breakfast.

La honestidad de su propuesta predice éxito asegurado para este recién llegado a la ciudad condal. Eso, y el toque de humor de sus cuatro socios, que se adivina cuando uno entra en los baños, que cuentan con un hilo musical de lujo: los chistes de Eugenio. Visita obligada antes de abandonar Lando.

*Fotos por Cecilia Díaz Betz