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Ariana Díaz Celma

Elena Martín ha sido siempre una de las figuras más emblemáticas de la moda en esta latitud. Su firma Martin Lamothe ha sentado cátedra durante muchas temporadas sobre qué llevar, primero en Barcelona y después en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid. Su debilidad por la vanguardia británica y un uso único de los tejidos han convertido cada una de sus colecciones en hito del diseño patrio. No obstante, hace cosa de un año que poco sabemos de su trayectoria profesional. Tirando del hilo, hemos descubierto que anda metida en un proyecto muy sugerente, que promete una ambiciosa resurrección de la firma Martin Lamothe. En Good2b la hemos entrevistado…

Hace tiempo que no oímos hablar de Martin Lamothe, pero nos han comentado que andas metida en algo gordo. Se llama The Waldorf Project y se trata de una performance en Londres donde arte, moda y gastronomía se funden. ¿Nos puedes contar un poco mejor de qué va?

The Waldorf Project es la segunda parte de un proyecto del artista Sean Rogg y representa, según su punto de vista, el cambio que están viviendo las distintas expresiones artísticas hoy en día y cómo será el arte en unos años. Basándose en la geometría, las sensaciones y los juegos de niños, mezcla distintas disciplinas como la gastronomía y la moda con los sentidos para mostrarnos una nueva forma de arte. Para ello, Rogg ha creado, dentro de una nave industrial, una estructura en forma de cuadrado, dividida a su vez por cuatro cubos, donde podemos experimentar sensaciones a través de los cuatro colores que representan cada espacio. El artista ha reunido un equipo de escenógrafos, chefs, someliers, ilustradores y músicos  de todo el mundo, que han estado haciendo jornadas de brainstorming durante un año y en las que han estado plasmando que les sugería cada color. Todo desde un punto de vista muy conceptual.

The Wadorf Project presenta a la nueva Martin Lamothe y cómo será el arte en el futuro

¿A qué se debe tu silencio en las pasarelas? Eres uno de los nombres que más se echan de menos…

Me gustaba lo que hacía, pero sentía que tenía que volver a la performance, la música y la expresión corporal, algo con lo que trabajé mucho al principio de mi carrera. Me he dado cuenta de que el producto en sí no me gusta tanto y he decidido redireccionar mi carrera hacia el arte. Podemos decir que antes mis clientes eran los compradores finales y ahora los artistas, que utilizan mi ropa para expresar y llegar al consumidor final, que en este caso serían las empresas de moda que quieran los tejidos. En resumen, podemos decir que Martin Lamothe no ha muerto, se ha reinventado.

¿Hay algún factor que hace que Elena haga este cambio?

Después de divorciarme decidí que sólo quería hacer cosas que realmente me apetecieran. Mi vida se ha reestructurado con actividades que me resultan placenteras. Ahora mismo quiero centrar mi carrera en el arte y en la creación de tejidos. No me apetecía volver a pasar el proceso de desarrollo de una colección.

Aunque menos conocida, tu faceta como creadora de tejidos es tan importante como la de diseñadora. Dinos, ¿qué te aporta cada una de estas facetas?

Martin Lamothe como empresa de creación de tejidos lleva dos años y cuatro temporadas en marcha, pero poca gente lo sabe. Empezó por casualidad, porque mis tejidos siempre han sido tan importantes en mis colecciones que acabé patentándolos. Esta faceta me parecía más más rica y, como empresa, con el tiempo avanzamos hacia esta dirección. A través de la prueba-error creamos sensaciones en los tejidos y me parece que además es el futuro. En un momento en el que el producto se ha homogeneizado en moda el tejido es muy importante porque es la única diferencia entre prendas.

Si diseñas con el corazón es moda, sino es tendencia

Ya nos has dicho que de momento no te apetece volver a subir a las pasarelas. Dinos, ¿te parece un modelo caduco para mostrar el trabajo de los diseñadores de hoy en día?

Creo que está bien para grandes marcas. Ahora que las firmas asentadas hacen vanguardia como los diseñadores emergentes, no tiene sentido para los más pequeños. Creo que hay otras formas de expresión que son mucho mejores.

¿Qué podemos esperar de Martin Lamothe en los próximos años?

Waldorf Project es la nueva Martin Lamothe. He necesitado un año de descanso, pero ahora tengo claro cuál es la dirección a seguir. Me gustaría también hacer un PHD en colaboraciones artísticas.

También te dedicas a la docencia. Cuando tienes que enseñar a crear, ¿qué es lo primero que les dices a tus alumnos?

Lo primero que les digo es que la moda es como el diseño gráfico sin ctrl Alt y crtl Z. También les dejo claro que si están estudiando moda porque les gusta ir de compras mejor lo dejen porque un diseñador nunca compra piezas. Y, finalmente, les dejo claro que es importante hacerlo todo con el corazón. Si diseñas con el corazón es moda, sino es tendencia.

La moda es como el diseño gráfico sin ctrl Alt y crtl Z

 Tu trabajo siempre se ha caracterizado por la vanguardia. Dinos, ¿qué artistas de todas las disciplinas te gustan e influyen?

Lo que más me gusta es la fotografía, la arquitectura y la escultura. Algunas de mis principales influencias son el ilustrador Marcel Dzama, el grupo Beautiful Losers, Claire Rojas, el fotógrafo Wollfang Tillmans o Philip-Lorca DiCorcia. Podemos decir que cuando me influye un artista me llego a obsesionar con él.

¿A qué ciudad hay que tener en cuenta para ver qué va a pasar en la moda dentro de 10 años?

A Seul porque es la ciudad en la que Occidente y Oriente convergen y es muy cosmopolita. Y en los últimos años creo que se tiene que tener muy en cuenta Estados Unidos. Hacen un gran trabajo porque se esfuerzan en proteger su propio diseño para hacerlo emerger. California y Nueva York son brutales.

 ¿Te sientes bien viviendo en Barcelona? Sabemos que donde más se vende y entiendedo tu ropa es fuera de aquí…

Llevaba diez años sin disfrutar de la ciudad por todo el tiempo que he dedicado a Martin Lamothe. Me encanta Barcelona y seguiré disfrutando de ella pero nunca se sabe dónde puede terminar una.

Tus hotspots favoritos son…

El bar Olimpic (C/Joaquin Costs, 25), La Cuina d’en Garriga, el Apolo (C/Nou de la Rambla, 113), la Taberna Mediterránea (C/Enrique Granados, 58), el Vaso de Oro (C/Balboa, 6) y la Barceloneta en general… ¡Me encanta ir en bici! También el barrio de la Ribera en general, donde vivo, sobre todo Cal Brut (C/Princesa, 42) y mi casa aka el búnker. Y cualquier lugar en el que esté con mis amigos.

No puedes parar de escuchar en modo repeat…

Prohibirías…

En moda, nada.

Para ti Good2b es…

El place to be and to look for.

*Fotos por Cecilia Díaz Betz