Los espacios abandonados siempre nos han fascinado. Acostumbrados a la funcionalidad y el ajetreo de la vida cotidiana, es en estos lugares donde muchas veces podemos acceder a una dimensión donde el tiempo está congelado, donde el pasado ha quedado encapsulado en objetos anacrónicos, que hacen de ventana a vidas pasadas.

Richter descubrió su fascinación por los edificios abandonados cuando crecía en la Alemania del Este

El fotógrafo alemán Christian Richter descubrió su fascinación por los edificios abandonados cuando crecía en la Alemania del Este. Tenía 14 años cuando cayó el muro de Berlín, y entonces empezó a observar como muchos de los edificios de su alrededor caían en el olvido. El fotógrafo, que cuelga muchos de sus trabajos en su cuenta de instagram, ha desarrollado una predilección por lugares cuya arquitectura remite a épocas pasadas: vestíbulos barrocos, palacios y capillas que se encuentran en un estado de decadencia.

Algunas de las fotografías de Christian Richter han sido expuestas en el Miami Art Week, en colaboración con la Art Lëxing Gallery, donde se muestran esta serie de instantáneas de lugares que no han superado el test del tiempo.