Madrid es un hervidero de sabores. No hay nadie que pueda discutirnos tal afirmación y es que si hay algo que caracteriza a la provincia es la variopinta variedad de propuestas que en ella cohabitan. Y si ahora, que en época de fashion weeks estamos, hablamos de alguna tendencia gastronómica que siga pegando bien fuerte esa es la cocina de fusión. Y para descubrirla, qué mejor que La Candela Restó.

No dudes en confiar en los vinos que se te ofrezcan. Será la mejor de las ideas

Localizado en pleno centro de la capital y respirando cosmopolitismo por los cuatro costados, las 10 mesas que encontramos en el local siempre están ocupadas. Culpa de ello la tiene el chef de origen sudanés Samy Ali que seduce a su clientela a golpe del cosmopolitismo de este bistrot.

Una casa de comidas que cuida hasta el más mínimo de los detalles (¡no te pierdas su espectacular vajilla!) y donde la especialidad es cualquier plato de su selecta y exclusiva carta. ¿La recomendación? Pues complicada dado que sus mochis de manitas de cerdo y esferificaciones de ceviche de huevas de trucha, el huevo ají chicken, el erizo relleno de guiso de oreja con espuma de lima, los dumplings carbonara con caldo de jamón texturizado y espuma de tocineta, la kokotxa de bacalao y arroz salvaje o la albóndiga de perdiz  al moscatel y berenjena china solo pueden darnos que pensar si el resto de la carta será igual de extravagante y delicado en boca. Por lo tanto, ¡pídete de todo!

Si por el contrario, eres de los que prefieres saltarte primero y segundo para ir directo al postre. No lo dudes, la lista de opciones dulces iguala o incluso supera al menú anterior. Y si no, empieza con su magnum casero… Lo dicho, experiencia alta cocina a precios más que ajustados. ¿No es lo que buscabas?