La intimidad, la confianza, la cotidianidad que desprenden las imágenes de Rose Marie Cromwell (Seattle, 1983) en El libro supremo de la suerte no son fruto del azar o la casualidad. Son el resultado de un total de ocho años (entre 2005 y 2013), en los que esta reconocida fotógrafa afincada en Miami, Nueva York y Panamá, estuvo viajando a la capita de Cuba: La Habana, para retratarla intentado el complicado cometido de evitar los clichés.
El título, es un sentido homenaje al espíritu más salvaje, expresionista y chamánico de este complejo país
El título, es un sentido homenaje al espíritu más salvaje, expresionista y chamánico de este complejo país (que Cromwell visitó por primera vez con 21 años). Su enganche con la isla y sus gentes, le llevó a desarrollar este proyecto donde explora su idiosincrasia a través lo humano, el documental y lo estético. De tal manera que en El libro supremo de la suerte uno se encuentra con retratos sensuales, cercanos, certeros; algunas capturas accidentales y naturalezas muertas encontradas, que acaban relatando la convivencia de Rose Marie Cromwell con el entramado cubano. En declaraciones al British Journal of Photography la fotógrafa comentaba: «Quería hacer imágenes que investigaran mi complicada relación con este lugar específico, en lugar de tratar de documentar algo ‘sobre’ Cuba. Empecé a disparar intuitivamente, y pronto comenzaron a recrear las cosas que habían sucedido, o que fueron ejemplares de mi experiencia».
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Imágenes de la serie El Libro Supremo de la Suerte © Rose Marie Cromwell