En Rusia, una Babochka es una mariposa, pero también una pajarita, una de las prendas estrella de la nueva tienda del Eixample Dret que responde al mismo nombre. El apelativo parece hecho a medida, como los trajes que diseñan en su altillo del 142 de Roger de Flor, donde Lena, de origen ruso, y Miguel, nativo de Barcelona, tienen este curioso espacio en el que las pajaritas ‘taylor made’ son ya un best seller.

Babochka hace especial énfasis en el hecho de que sus objetos son recuperados

La sastrería tratada desde una óptica contemporánea, pero, no es el único fuerte de Babochka. En su planta baja se mezclan todo tipo de prendas, accesorios, muebles, lámparas y artículos de ocio como libros y vinilos recuperados. Obviamente, ambas alturas de Babochka se fusionan en el crossover perfecto cuando ofrecen a sus clientes la oportunidad de customizar o arreglar ropa seleccionada por Lena gracias al dedal y aguja de Miguel.

Babochka hace especial énfasis en el hecho de que sus objetos son ‘recuperados’ puesto que, aunque muchos de ellos sí son vintage, otra gran mayoría de sus prendas vienen de almacenes antiguos o desvanes, e incluso de muestrarios de fábricas que nunca se utilizaron. Algunos de los objetos que se pueden encontrar incluso pertenecen a coleccionistas o a personas que compraron una prenda o una vajilla en su día y nunca la utilizaron, bien por dejadez o porque la heredaron de sus antepasados. Lo mismo sucede con las telas con las que Miguel confecciona sus trajes a medida para ofrecer una sastrería contemporánea y moderna. Él mismo rastrea sastrerías viejas y restos de stock en tiendas de telas para recuperar las ‘banderas’ (últimos metros del rollo que se acostumbran a tirar) y confeccionar las mejores camisas y americanas en metros a la redonda a partir de ahí. Sea como fuera, una cosa está clara, todo lo que llega a Babochka se examina minuciosamente y se estudia para que esté en perfecto estado.

De hecho, Lena y Miguel animan a los clientes a que pregunten por el origen de los objetos, convencidos de que detrás de una prenda o un mueble hay siempre una gran historia. Es así como pretenden dar una segunda vida a objetos que ya tienen sus propias memorias inscritas en ellos mismos, en lo que supone una visión muy social y novedosa del negocio. Tras años en multinacionales, ambos han querido dar énfasis a la descentralización del comercio en barrios que cada vez son más autosuficientes gracias a su oferta en todo tipo de ámbitos y disciplinas. Lena y Miguel apoyan el trabajo hecho desde dentro con cariño y mimo y huyen de la producción en masa de las grandes marcas. Como ellos mismos afirman: “No hace falta producir más cosas nuevas que tienen un impacto social y medioambiental negativo, sino que hemos optado por oponernos al sistema de consumo establecido y a la obsolescencia programada de los objetos”.

Es así como Babochka pretende satisfacer todas las necesidades de decoración, tanto personal ­con ropa y complementos­ como del espacio propio ­muebles y lámparas­, ofreciendo objetos vivos con historia, y dándoles una segunda oportunidad, incluso rehaciéndolos o transformándolos para que estén en perfecto estado. La selección se mezcla con algunas firmas locales como Choice que gustan a sus alma máters.

Sobre Lena y Miguel

Lena (Rusia, 1981) y Miguel (Barcelona, 1984) se conocieron hace ya muchos años mientras cursaban sus estudios de diseño de moda. Tras finalizar su formación, se dedicaron al márketing empresarial y el patronaje de caballero, respectivamente. Han trabajado en empresas como Custo Barcelona, Grupo

Cortefiel, Inditex y Antonio Miró, lo que les convierte en grandes conocedores del mercado. Tras años de experiencia, se han lanzado a cumplir su sueño, el mismo que venía gestándose desde aquellos interminables cafés en la terraza de la escuela. Matías, por su lado, es la tercera pata Babochka, que pasó a formar parte del proyecto para dar énfasis a la comunicación y las relaciones públicas del mismo.

Argentino afincado en Barcelona desde hace 15 años, fundó la agencia de street marketing El Gato Producciones y ha trabajado para marcas como San Miguel, Primavera Sound, Estrella Damm, Vice o Heineken. Su amor por la fotografía y los viajes aporta un importante apoyo al rastreo de objetos que se lleva a cabo en Babochka, tan necesario para mantener Babochka en marcha.