Barcelona se enfrenta a una ‘emergencia de sequía’ sin precedentes
Se prevé emergencia de sequía en Barcelona para el mes de septiembre. Los embalses que abastecen la Ciudad Condal y sus alrededores están al 20%. El río Besòs se está quedando sin agua. Se prohíbe llenar piscinas que no sean de uso comunitario. Los pantanos están tan secos que se han descubierto unas ruinas medievales nunca vistas. Este es el panorama meteorológico de los barceloneses, pero, ¿por qué es peor que otros veranos? Te contamos más. F: Turistas explorando las ruinas del pantano de Sau. © Josep Lago / AFP
Los pantanos, que suponen las reservas de agua que tiene la ciudad para abastecerse, han bajado tanto su nivel que están por debajo del 20%
La sequía en Barcelona no es algo excepcional del 2023, pero la intensidad con la que ha llegado este año es muy alarmante. De hecho, es la sequía más dura que se registra en España desde 1970, peor que “la gran sequía” que la provincia barcelonesa sufrió en 2007. Los pantanos, que suponen las reservas de agua que tiene la ciudad para abastecerse, han bajado tanto su nivel que están por debajo del 20%, cuando deberían estar a un 70% antes de la llegada del verano. Esto ha hecho que el Ayuntamiento y demás administraciones inicien el Protocolo de actuación por riesgo de sequía de la ciudad de Barcelona, y en este existen cinco fases: normalidad, prealerta, alerta, excepcionalidad, emergencia y recuperación. Nosotrxs ya nos encontramos en la excepcionalidad, lo que supone poner en práctica diversas acciones sin, de momento, tener que aplicar cortes de suministros a particulares. Eso sí, si la cosa va igual de mal que hasta ahora, en septiembre ya pasaremos a la fase de emergencia. Después de esta, solo queda una más, y luego está el abismo de lo desconocido.
Si alguien está pensando que la sequía también tiene su lado positivo porque se han encontrado unas preciosas ruinas de un antiguo pueblo medieval en el embalse de Sau, que despierte de su ensoñación fantasiosa. Se han tenido que sacrificar 4.000 peces para ahorrar la poca agua que queda, que no será suficiente para la difícil temporada de incendios que nos espera debido al aumento de las temperaturas. Y lo mismo pasa en el río Besòs, con el añadido de tener en Sant Adrià un pirómano que anda suelto. Todo esto parece una película, sí, pero de eco-terror.
Es la peor sequía del siglo desde que existen datos, y se espera que empeore en las próximas semanas
Para Cataluña, esta es la peor sequía del siglo o, al menos, desde que existen datos (1905); y lo que se espera es que empeore en las próximas semanas. Si bien hemos dicho que la situación de emergencia no llegará hasta septiembre, esto es solo una previsión que puede acelerarse perfectamente. Desde la Agencia Catalana del Agua, se ha afirmado que se puede garantizar el abastecimiento hasta el verano, pero más allá… Será mucho más complicado. Esto puede implicar que mañana mismo suframos restricciones agrícolas, industriales y domésticas.
Ante este panorama, solo queda esperar, bailar la danza de la lluvia y ahorrar agua en nuestros baños, cocinas y jardines, reemplazando los baños por las duchas rápidas, instalando dispositivos que limitan la presión del grifo, evitando hacer lavadoras medio vacías o regando de la manera más eficiente. Hay muchísimas medidas que como personas individuales podemos llevar a cabo, pero lo que está claro es que la responsabilidad individual no va a salvarnos: la emergencia climática nos pisa los talones y debemos reclamar medidas urgentes a las empresas y los gobiernos que han ignorado y agravado esta situación hoy mismo.