No es que en Good2b nos haya dado por suplicar amor, simplemente hoy toca hablar de Bésame Mucho, una nueva mezcalería que se ha acomodado en la zona alta de Barcelona para servir tragos de primera junto a delicias mexicanas en formato tapa. Aunque el espacio abrió con la idea de convertirse tan sólo en un lugar de referencia en materia de mezcales, el encuentro de Quim Corbera y Dennis Eheremberg -propietarios del lugar-, con las inquietas cabezas pensantes de Spoonik -Jon Giraldo y Jaime Lieberman- hizo cambiar el rumbo del espacio. Tras conocerse -y quién sabe si sellar la amistad con varios mezcales- quedó claro que Bésame Mucho no iba a ser sólo un lugar en el que beber bien, sino también un restaurante gastronómico de clara inspiración mexicana donde maridar dichos cócteles.

Bésame Mucho es un espacio gastronómico donde se puede disfrutar de cocina mexicana actual junto a un gran surtido de mezcales

Si te gusta la coctelería, te encantará saber que esta mezcalería ofrece hasta 30 referencias en una carta que cuenta la procedencia de cada mezcal, así como el tipo de agave del que viene. Es curioso, pero las distintas familias hacen variar sustancialmente el sabor del mismo. Si eres valiente puedes degustarlo solo, aunque también se han ideado una serie de cócteles, como por ejemplo el Bésame Mucho, una combinación homónima de la casa en la que el destilado estrella se agita junto a sirope de naranja. Otras combinaciones son el Beso de Seda, con piña y nopal; el Corazón de Maguey, con pepino y linón; o el Manris, con kiwi y licor de melón.

Así pues, Bésame Mucho propone acompañar estos tragos con una acertada carta de tapas con guiños a la cocina mexicana y un claro regusto de autor. El resutltado es una propuesta contemporánea pero enraizada, sofisticada pero fácil de entender a la vez. Entre los platos que probamos, destacamos la rusa popocatépetl, una ensaladilla con una presentación parecida a la de un volcán galáctico, con changurro y un toque jalapeño; así como las anchoas con olivas y cherrys, una combinación tan sencilla como sabrosa; o la ensalada Capresse, revisionada con nopales frescos, un cactus súper saludable algo difícil de encontrar por esta latitud. Otros imprescindibles son el ceviche de calamar, vieira, pulpo y gamba; la témpura de flor de calabacín con salsa de cacahuete o el sabroso canelón de mango relleno de aguacate con gambas salteadas y caviar de aceite de guindilla. Si eres algo indeciso, siempre puedes probar el menú degustación (35 euros) y dejar que te sorprendan. Entre los postres queremos resaltar el de guayaba, queso y cajeta, una especie de crema de queso fresco, con semifrío de guayaba y mousse de cajeta, así como las trufas, las pides por unidades, así que un guilty pleasure bien medido no hace daño a nadie. Para la sobremesa recomendamos seguir con un mezcal reposado.