Es de agradecer que, en temas gastro, los nuevos locales arriesguen. Y no lo decimos por el apellido Brewhouse que acompaña el local que hoy nos ocupa, porque ya sabemos todos que la cerveza artesana está a la orden del día. Nos referimos más bien a la carta de BlackLab, un espacio en plena Barceloneta que hace su propio zumo de cebada, y sirve una carta que es el perfecto crossover entre Estados Unidos y Asia. Con un menú así, no es difícil adivinar que el local lo regentan Yuan y Jing, dos hermanas chinas aunque criadas en Galicia, y Matt, un americano que es la pareja de la segunda. El espacio tiene ese aire industrial con vigas vista y columnas de hierro que debe tener una fábricas de cerveza artesanal que lo valga, con mobiliario bastante acogedor gracias a sus mesas de madera y banderolas propias de la fiesta de cumpleaños más yanqui que uno pueda imaginar.

BlackLab Brewhouse es un espacio en plena Barceloneta que hace su propia cerveza y sirve una carta que es el perfecto crossover entre Estados Unidos y Asia

A la hora de pedir, dadas las características de BlackLab Brewhouse, haremos una excepción y lo primero que miraremos es la carta de cervezas. Tendremos que aparcar el apetito unos minutos, amigos. Entre las de la casa encontramos la Claudia, La Debutante, El Importador y la Black Mirror; referencias que crecerán en breve y se mezclan con otras locales -y no tanto- con un denominador común: todas llevan el adjetivo artesanal. Una vez llegados a este punto, hay que echar un vistazo a su insólita compilación de recetas. Entre los imprescindibles encontramos los pork belly buns, panceta de cerdo asado en panecitos al vapor con cacahuetes, cilantro, pepino fresco y salsa de ostras; o los refrescantes summer rolls, rollitos de Do Chua, lechuga, menta, cilantro, pepino, tofu ahumado y fideos envueltos en papel de arroz; su extensa carta de dim sums; las costillas cocinadas a fuego lento y al vapor con un rebozado crujiente de cerveza; o la cacerola de mejillones con caldo coreano, bacon, panceta asada y col china picante, servidos con pan tostado. Sus sanwiches a medio camino entre la tradición asiática y la occidental y las hamburguesas -carnívoras pero también vegetarianas- dan paso a los postres, que se reducen a exquisitos pasteles del día. Si eres afortunado, probarás el que hacen con su propia cerveza. Los indecisos pueden pedir el menú de tapas que, por 60 euros, puede saciar el apetito de cuatro personas y es una muestra representativa de la carta. Todo por alrededor de 20/25 euros, que variarán dependiendo de la cantidad de cervezas con las que acompañes la comida.

Nunca está de más echar un ojo a su agenda, puesto que organizan conciertos -en sábado y domingo normalmente- y, entre semana, tienen la Black Hour, momento del día en el que hacen descuentos en las cervezas de la casa.