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Ariana Díaz Celma

Está claro que el buen pan y los obradores diez están a la orden del día. En medio de una avalancha de propuestas que nacen de la nada, llama la atención el caso de Boldú, un obrador que opera desde 1939 en Gracia bajo el secreto de las recetas familiares y que acaba de abrir en la céntrica calle Provenza. Han sido Marta y Enrique, hermanos que representan la tercera generación de esta familia panadera, los responsables de tal apertura. Ambos tienen clara la fuerza de la tradición y de muchos años de buen hacer. No obstante, no olvidan los pequeños detalles estacionales. Durante los Juegos Olímpicos, por ejemplo, van a premiar al primer cliente del día con una cookie en forma de medalla olímpica. ¿Te hace?

El lugar ofrece delicatessen panaderas y pasteleras para tomar in situ y en forma de take away con un packaging que tiene ese toque a medio camino entre la tradición y lo contemporáneo. El interiorismo, a cargo del estudio Voland, sigue esa misma línea. Pero vayamos al grano, sus especialidades, que se elaboran cada día en su obrador de Gracia para ser trasladadas al instante a su nuevo HQ de Provenza.

Para empezar el día, Boldú recupera los desayunos tradicionales, con la entrañable cesta de panes recién hechos con mantequilla y mermeladas de Km 0. A la hora de comer ofrece pizzas hechas con las barras del lugar como masa y base. La hora de la merienda viene marcada por la bollería artesanal, entre la que destacan, sin lugar a dudas, los boldnuts, los donuts glaseados bajo la fórmula secreta del abuelo fundador Josep. La oferta se complementa con magdalenas caseras -aquí parece que aún se resisten a la fiebre del cupcake y eso nos gusta-, croissants de espelta, tartas para dar y tomar y un largo etcétera.

Además, en breve talleres de toda índole acabaran de redondear la oferta del lugar.

Detalles




  • Dirección: c/Provença, 233 Barcelona