Su nombre no tiene más misterio: Brunch & Cake, un nuevo local que sigue la línea estética de su hermano mayor, Cup & Cake. En la misma y preciada calle de Enrique Granados se encuentra este café de estilo nórdico, que además de dulces irresistibles, seduce por su deliciosa oferta de platos ligeros y brunchs  -servidos además hasta las 22:00 horas de martes a domingo -.

Flores provenzales, bancos y mesas de pino y bambú en el exterior y un juego mágico de espejos hacen el lugar ya apetecible sin siquiera abrir la carta. Pero es que abrirla es además para coger pan y mojar. Su puré de patatas con jamón del bueno y sus huevos bien reviven a un muerto; mientras la coca de folgueroles con  bacalao, aguacate y tomate es una opción ligera pero igual de deliciosa; así como sus tostadas de brioche con Nocilla o Nutella (¡para que no se enfade nadie!), si se prefiere la opción dulce. Si tras ello hay hueco, es obligado ser valiente y acabar con un trozo de su imperdibles tartas del día como la Red Velvet. 

Para relajarse, dejarse ver y comer bien. Casi nada.