Casi un siglo después de su primera apertura, el histórico restaurante Casa de Comidas Buenavista vuelve a abrir sus puertas en el nuevo hotel boutique Antiga Casa Buenavista de Barcelona, situado en la Ronda de Sant Antoni, 84. En pleno centro de la ciudad, a dos pasos de la calle de Joaquín Costa y del barrio de Sant Antoni, el restaurante se ha convertido en una parada obligada si eres de esas personas cuya actividad favorita es degustar cocina tradicional catalana y española elaborada a la perfección con productos frescos de mercado con un carácter muy local. F: Cortesía de Casa de Comidas Buenavista

La carta de Casa de Comidas Buenavista va firmada por el reputado chef Marc Roca, e incluye platos propios del recetario del restaurante de toda la vida

Manteniendo su esencia original, en Casa de Comidas Buenavista podrás dejarte llevar por una propuesta gastronómica que fusiona los sabores tradicionales con un toque de modernidad. No podíamos esperar menos sabiendo que la carta va firmada por el reputado chef Marc Roca e incluye platos propios del recetario del restaurante de toda la vida. Sea cual sea tu antojo: picar algo, comer, cenar o incluso desayunar, Casa de Comidas Buenavista tiene una amplio desglose de opciones para que te pongas las botas a la hora que sea. Y por si con la carta normal no teníamos suficiente, el renovado restaurante nos propone dos menús degustación, y avisamos que son de esos que provocan placer de verdad.

Por un lado tenemos el menú Buenavista, que ya de buen comienzo te da la bienvenida con una copa de cava Juvé & Camps bien fresquita, una riquísima ensalada de burrata con tomate y albahaca, marisco de la tarde y unas almejas gallegas al Jerez con jamón ibérico. ¿Que cómo sigue? Pues bien, con un entrante de pescado de lonja a la brasa, y un segundo de solomillo de ternera con foie gras que se deshace en la boca. Para rematar semejante manjar, el mejor Valenciano que hemos probado jamás: una deliciosa copa refrescante de tres texturas de naranja con Cointreau. Y, si eres de aquellas personas que no pueden acabar un ágape sin algo de chocolate, su tableta de chocolate Buenavista rellena de trufa y mermelada
de albaricoque para compartir te va a flipar. Palabra.

La segunda opción es para todxs aquellxs que prefieren algo un poco más clásico. Bautizado como menú Ronda, empieza el espectáculo gastronómico con unos entrantes que gustan a todo el mundo: una espectacular coca de cristal con tomate y aceite de Siurana, una ensaladilla con encurtidos y ventresca de atún, unas croquetas de jamón ibérico, unas bravas bastante picantes, una tortilla de bacalao al pilpil increíblemente melosa y un canelón rustido de escándalo. Seguidamente, aparecen en mesa unos calamarcitos con garbanzos y unas albondigas con boletus. Pero el broche final lo pone el postre, que es un tradicional pero infalible flan de huevo y vainilla de Madagascar.

Todo, en un espacio único diseñado por el estudio de arquitectura TdB, y con una atención al cliente que recuerda a aquella de la familia Molleví cuando inaugurara por primera vez el restaurante en 1918. Ahora, más de un siglo después, el hotel y el restaurante reabren para ofrecer una experiencia única y acogedora que se inspira en la tradición familiar y la historia modernista de la ciudad de Barcelona, con una suculenta cocina de mercado con platos populares a precios asequibles que ya nos ha robado el corazón.