Casa Jäger
Por fin había llegado el día X. Mientras media humanidad intentaba conseguir el billete a la gloria -eso es, la entrada para llegar a la Casa Jäger-, en good2b nos colamos cómodamente en el bus que nos llevó a un lugar que, para un día cualquiera de mitad de octubre, era lo más parecido a la felicidad absoluta. Subimos en el auto en cuestión mientras la crew de Vice nos hacía llegar un sobre de plástico súper bien precintado con todo lo necesario para sobrevivir en la Casa: un mapa -ojo no nos perdiéramos-, tres pegatinas made in Fine Rats -los ganadores del concurso que disputaba quién diseñaba la habitación de los padres-, un vale para una suculenta hamburguesa y cuatro para cerveza o, en su defecto, Jägermeister, la bebida que reinó durante toda la noche y que hizo entrar a más de uno en una perfecta espiral lisérgica.
El lugar era genial, el jardín agradable -incluso demasiado, si no hubiera sido por unas gotas oportunas, algunos no entraban en la casa ni a la de tres- y las habitaciones súper bien montadas. La del niño -a cargo de Eloy Azorín– y la de la niña -obra de Maria Escoté– eran un perfecto stop en el que perderse jugando al Mario de la era 8bit o leyendo revistas femeninas mientras dibujabas lo primero que te venía a la mente en un caballete. Bajo estas líneas puedes ver lo que ellos mismos opinan de las mismas en un vídeo.
Y claro, después había los conciertos. Capitanearon la noche los Buzzcocks, auténticos padrinos del punk inglés junto a The Clash y Sex Pistols, con un concierto que seguro dejó caer la lagrimita a más de un nostálgico. El espacio, de pequeño formato, acompañaba y nada tuvo que ver este concierto con la poco decorosa muestra de punk con la que nos deleitaron hace unos años en el Primavera Sound. Antes, pero, calentó la sala -situada en el ático de la casa- el rock clásico de la banda nacional Los Nasty, Visual Life by Device y los atronadores Eagulls. A los platos, cerraron la noche las Thug Ladies dj’s, que demostraron seguir estando en forma y tener cuerda para rato.
No obstante, aunque en la planta superior estaba la chicha, la planta baja ocultaba uno de los secretos mejor guardados de la casa. Aquellos que no estaban para monsergas concertistas lo dieron todo con Canela Party Dj’s y, a continuación, con el italiano Raver Jewish, un auténtico descubrimiento a los turntables que nos dejó embobados con sus hits bombásticos. ¡Ah! Sin olvidar el principio -y no por ello menos impactante- de la noche a manos del Vice Dj set. Estas chicas tienen actitud. Palabra de good2b.
Qué: Casa Jäger.
Cuándo: jueves 18 de octubre – 2012.
Dónde: Alella -según Google maps-.