Si hay una apertura que ha causado revuelo en Barcelona en los últimos meses, esta es sin duda la del Soho House. El grasiento y siempre apetecible adelanto de Chicken Shop y Dirty Burger dejó la miel en los labios a más de un hipster adinerado con ganas de sacarse el carnet de socio. No en vano, una de las conversaciones más cacareadas en círculos cercanos es la de: «¿Y tú, ya te has hecho del Soho?». Debates a parte, el hotel de nuevo cuño cuenta con un espacio para todos los públicos, que permite matar el gusanillo de aquellos que no han recibido la invitación para ser uno de sus afortunados socios fundadores. Exacto, estamos hablando del Cecconi’s, cuyo restaurante original está en Mayfair -Londres- y que también cuenta con sede en ciudades tan apetecibles como Miami, West Hollywood, Estambul o Berlín.

Moderno a la vez que clásico, elegante a la vez que casual, este restaurante italiano cuenta con varios ambientes y salas donde degustar un menú inspirado en Venecia y alrededores que no escatima en materia prima. Además, en cuestión de semanas ha logrado convertirse en un lugar en el que, si no reservas, puedes tener  cierta dificultad para encontrar mesa, a pesar de su amplitud. Para abrir boca, la carta del Cecconi’s te invita a empezar con unas aceitunas fritas con mozzarella y provolone o sus magníficas albóndigas con salsa de tomate y albahaca. Estas últimas son casi tan delirantes como el vitello tonato con alcaparras, un plato que se practica en muchos italianos, pero en pocos con la clase que lo hace el Cecconi’s. La burrata con remolacha, aguacate y pistacho, así como una pequeña selección de tartares y ensaladas, son el precedente perfecto para el plato fuerte de la carta: las pizzas y pastas. Entre las primeras, que también puedes encontrar en versión mini -pizzetas-, destacamos la sencillez de la de mozzarella de búfala, tomate y albahaca; pero también la sofisticación infalible de la de trufa negra, flores de calabacín y queso de cabra. Entre las pastas, hay auténticas maravillas como la chitarra con almejas, calçots y erizo de mar, así como su joya de la corona: los spaghetti con langosta, tomate, chili y albahaca.

Las pizzas al carbón y la pasta son el plato fuerte de una carta inspirada en los platos típicos del norte de Italia

Aunque la carta también cuenta con una selección de carnes y pescados cocinados a la leña y el carbón, en hornos a vista donde también se cocina la pizza, una vez llegados a este punto recomendamos pasar palabra de recetas no estrictamente italianas y lanzarse de cabeza al postre. Echando un vistazo a la carta, no hay duda posible: las lionesas con helado de pistacho y chocolate caliente te hacen llegar a un estado tan parecido al nirvana que no hay remordimiento que valga cuando uno echa la vista atrás y empieza a hacer el cálculo aproximado de las calorías ingeridas en una sola comida. El sacrificio vale la pena.

El Cecconi’s también ofrece desayunos, comidas y brunch el fin de semana

Aunque la cena es el momento álgido del Cecconi’s, estamos ante un restaurante insomne por naturaleza. Cada mañana ofrece desayunos, que van desde la clásica repostería y bollería, a la granola con yogurt y bayas -ideal para los que quieran activar el organismo- o todo tipo de huevos, hasta llegar al mítico English breakfast. Al mediodía sirve comidas redactadas en una carta que viene a ser un remake de la de la noche, aunque añade fórmulas de ‘piatto único’ o ‘menú del giorno’. Además, los fines de semana ofrece un brunch que funciona a modo de crossover entre el desayuno y la cena, solo apto para aquellos que levanten con necesidad de inyectarse en vena una buena dosis de hidratos de carbono con pedigrí.

Cenar en el Cecconi’s cuesta alrededor de 50 euros, dependiendo del hambre y la bodega con la que uno decida regar el manjar, que valdrá la pena si uno considera que la visita al Soho House está incluida.