Chandigarh ya no es solo el territorio de la Unión de la India que hace las funciones de capital de los estados de Panjab y Haryana, ahora es también un café-restaurante situado en una casa-jardín de los años 50 que ejerce de oasis en la zona alta de la ciudad de Barcelona. Lejos de servir platos internacionales y exóticos, la carta de Chandigarh Café se centra en recetas mediterráneas con clara debilidad por Francia y los productos de temporada. Su secreto es trabajar un menú acotado y eminentemente healthy con pocas complicaciones, pero con una vuelta de tuerca que da como resultado un conjunto de platos que nunca fallan. F: Todas las imágenes cortesía de Chandigarh Café

Le Corbussier fue el responsable de diseñar la ciudad de Chandigarh en la India allá por los 50, para que la gente «viviera con simplicidad y alegría»

Fue precisamente Le Corbussier el responsable de diseñar Chandigarh allá por los 50, con la idea de que debía ser una ciudad concebida para que la gente «viviera con simplicidad y alegría». Dos palabras que definen el espacio al que ahora da nombre y en el que uno se puede sentar en la mesa frente a una tarama con estragón y pan de pita o las buffalo wings con crema agria, para empezar a abrir boca. No obstante, la carta tiene un claro acento veggie, con platos sencillos y sabrosísimos como las berenjenas con sanfaina y yogurt griego ahumado; la zanahoria a la barbacoa, miel y mostaza, feta y alemendras; o los fantásticos puerros en vinagreta, avellanas y trucha eco Gravlax.

Chandigarh Café apuesta por platos simples pero con un toque sofisticado gracias a la combinación de ingredientes, que se mezclan con una acotada selección de pizzetas hechas al horno de leña y pastas como sus tagliolini, espinacas, espárragos verdes, parmesano y limón o los más contundentes tortiglioni, ragú de butifarra, tomillo y shiitake.

El chef francés Hervé Escobar es el encargado de dar nombre y apellidos a los platos de una carta pensados para paladear en un espacio único en Barcelona

Los paladares más clásicos encontrarán el confort en su sección de pescados y carnes. Entre los primeros, sobresale la merluza Colbert empanada con panko y acompañada de salsa tártara; mientras que el rey de las segundas es el confit de pato con cebolla cipollini y tomates confitados. Postres ligeros pero golosos como el merengue crujiente con fresas del maresme y aceite de oliva dan el toque final a una comida o cena para degustar en un auténtico paraíso que nos hará viajar muy lejos de la ciudad.

El chef francés Hervé Escobar es el encargado de dar nombre y apellidos a los platos de una carta pensados para paladear en un espacio único en Barcelona. Con la sensación de estar a cientos de kilómetros de la Ciudad Condal, su jardín frondoso funciona a modo de oasis, mientras que su interior rezuma colorido y buen gusto a partes iguales con un toque 50s inconfundible. Un huracán envolvente pero apacible de savoir faire, tras el que encontramos a los responsables del también aclamado restaurante Les Filles, liderado por Paula Ospina junto a Beatrice Mas y Tomás Tarruella Abadal, hijo de nombre homónimo del responsable del Grupo Tragaluz y En Compañía de Lobos.

La experiencia Chandigarh Café costará a partir de 35/30€, todo dependiendo del apetito y sed de los comensales.