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Después de un largo letargo invernal, la llegada del Primavera Sound despierta la euforia festivalera y desata las ansias estivales. Sin embargo, además de volvernos locos de emoción irracional, el festival es todo un libro abierto al descubrimiento musical y la más pura exaltación melómana. Entre su casi infinito cartel, junto a los nombres mayúsculos, se esconden decenas de bandas que, posiblemente, tras su paso por el festival despeguen o por lo menos, te dejen más que satisfecho con sus sonidos. En esta edición, la búsqueda de novedades nos llevó a fijarnos en Clubz, un especial duo mexicano que tocaron a las 3 de la mañana el sábado en el escenario adidas. Unas horas suficientemente intempestivas y arriesgadas como para clamar por el beneficio de la duda.

Clubz suena a la Movida Madrileña y a su satélite en Vigo, pasados por ese tamiz ‘suave’ centroamericano, y una resolución y ambientación sonora postmoderna

Su propuesta musical se balancea entre el synth pop y el electro, pero para todos los que hemos vivido los ’80 en España, Clubz suena a la Movida Madrileña y a su satélite en Vigo, pasados por ese tamiz ‘suave’ centroamericano, y una resolución y ambientación sonora postmoderna. Melodías vanguardistas y nostálgicas, que azotan tu memoria musical (Golpes Bajos, Alaska y Los Pegamoides,…) y que cada vez miran más hacia las pistas de baile. Tal magnitud sonora y un excelente EP de debut Texturas despertó el interés en la división discográfica de CANADA que, tras verlos actuar en el Festival Nrmal de México, los fichó para su sello. Con ellos preparan ahora su merecido salto al largo.

Horas antes de enfrentarse a la importante tarea de -por fin- tocar en el Primavera Sound, todo un hito en su carrera, pudimos hablar con Orlando y Coco, -integrantes de Clubz y ambos de Monterrey (México)-, sobre el panorama musical, los festivales y los sonidos de los ’80. Pasen y lean.

Cuando pronunciáis el nombre del grupo ¿es Clubz o Club Z? 

Clubz.

¿De dónde viene el nombre?

No sabemos en realidad, un día se nos vino a la cabeza y nos gustó. Buscábamos una sola palabra en plural que fuera sencilla, fácil de recordar, fácil de decir y que se pudiera pronunciar en cualquier idioma. Algunas personas lo pronuncian en inglés y no nos gusta tanto como suena. Nos gusta más en español: Clubs. Simplemente le cambiamos la S por la Z por si alguien nos buscaba en Internet, para que fuera más fácil.

¿Cómo conocisteis a Extraperlo?

Cuando Moni Saldaña, una amiga nuestra que hace toda la curaduría del Festival Nrmal, me escribió porque quería traerse bandas muy cool en español y que encajaran bien en el festival. Le sugerí que buscara a El Último Vecino y Extraperlo. Al poco tiempo me dijo: “¿Adivina quién va a venir? ¡Extraperlo!” De hecho tocaron en los dos festivales, el del D.F. y el de Monterrey. Allí fue donde nos conocimos y nos quedamos platicando un buen rato de todo. Nos llevamos muy bien, hubo muy buena onda. Así que se interesaron por nuestra banda y vinieron a vernos. Les gustó mucho el show, cuando regresaron a España, nos pidieron un tema que tocamos pero no habíamos sacado. Les mandamos la demo y dijeron que era increíble, un hit mundial, y que lo tenían que sacar con Canadá. Y ahí empezó todo, no nos lo creíamos.

Tocar en el Primavera Sound siempre lo tuvimos como meta

¿Hay mucho intercambio de bandas entre México y España?

Bueno, al menos en México sí hay mucha afinidad y gusto por artistas españoles. Sobre todo pop. Me han platicado que aquí muchos de ellos ya ni siquiera saben que existen, ni se acuerdan de ellos, pero en México son grandes. En Latinoamérica hay muchísimo mercado para artistas como Delorean, El Último Vecino, Extraperlo, Súper,… Y todo se concentra un poco en México porque está en el centro, es la ventaja, ya que es un lugar muy accesible.

Habíais tocado en una fiesta Marabú ¿Aquello fue un warm up del Primavera Sound? ¿Cómo dais ese salto?

A veces pasan cosas y no sabes muy bien por qué. Solo estás contento. Tocar en el Primavera Sound siempre lo tuvimos como meta. Al llegar a CANADA siempre pensábamos que ellos nos tenían que ayudar a llegar al festival, porque artistas suyos ya lo habían hecho. Entonces ya teníamos ahí un punto para lograr este cometido. Y eso que nunca habíamos venido al festival, aunque lo conocíamos desde hace años. Intentamos valorarlo y ser agradecidos, pero también tomárnoslo con calma y no emocionarnos de más. Porque llegas a un festival y piensas que te va a cambiar la vida. Pero los tiempos han cambiando y cada vez es más complicado. Obviamente, es mucha emoción.

¡Nosotras sí que tenemos muchas expectativas porque tocáis a las 3:30 de la mañana! ¿Tenéis pensado un directo potente? Porque la gente a esas horas y siendo el último día, como que lo necesita…

Sí, aunque somos dos y nuestra música tiene un sonido muy clean. Generalmente la gente se espera algo muy pop pero en realidad en vivo usamos muchos efectos, mucha atmósfera y el sonido es muy potente. Es como si fuéramos raperos y tenemos estas bases electrónicas y lo que hacemos es igual tronar las bocinas en conjunto con nuestra interpretación en vivo. Tratamos que, siendo dos, sea potente.

Yo creo que nuestra música es una mezcla de cosas de otra época con cosas raras, definitivamente

A esa hora tocamos nosotros y nadie más que un dj en uno de los escenarios grandes. Acabamos nosotros y sigue Check Check Check y luego Dj Coco. Entonces, no sabemos si estamos como asustados o agüitados. Es un contraste entre que puede ser muy bueno o muy malo.

Lo haremos igual si hay 10 o 10.000 personas, aunque obviamente nos emocionamos más cuando hay más gente. Pero estar aquí ya es mucho. Nosotros nos imaginábamos que íbamos a tocar jueves a las 4 de la tarde o a la hora que empezara pero terminamos casi cerrando el festival. Lo que nos emociona también es ver a la gente, las amistades que hemos hecho porque ya es como la tercera vez que venimos y toda esta gente que nos ha apoyado ya son amigos.

¿Qué referentes tenéis?

Yo creo que nuestra música es una mezcla de cosas de otra época con cosas raras, definitivamente. Rescatamos ciertos sonidos de otros años y los combinamos con cosas que nos gustan en la actualidad. También los instrumentos que usamos son casi todos de los ’80. Por eso, muchas veces las descripciones de la banda, dicen que sonamos a esa década, pero no es la intención. Queremos sonar algo moderno, nuevo, no queremos recrear algo que ya se hizo en esa época.

En español primero nos encantamos con la Movida Madrileña. Escuchamos mucho Golpes Bajos y Los Zombies, Ataque de Caspa, El Último de la Fila… Otras bandas de Latinoamérica también como Zoa Estéreo en esa época o Los Encargados. Como de algo y así está lo clásico de Michael Jackson, Prince y Madonna. Y luego otras bandas más abajo, no tan conocidas, como Orange Juice y The Wake, The System… Es una mezcla también con cosas que le gustaban a nuestros papás como Michael McDonald, Chicago… Todo eso.

Hay gente que dice que suena a Luis Miguel pero por otro lado te suenan a New Order o Blood Orange

Siempre tenemos diferentes épocas de escuchar algo. De repente descubrimos el boogie o el funk. Ahora nos gusta comprar vinilos de colecciones de música disco, soul o funk que son compilaciones ya hechas de todo el mundo, de música africana, europea, americana. Sonamos a nuevo y a viejo a la vez. Hay gente que dice que Clubz suena a Luis Miguel o por otro lado te suenan a New Order o Blood Orange, y sí entiendo ese sentimiento porque somos super fans. Son cosas muy separadas una de la otra pero al final hacen congruencia. Si estás escuchando una canción sí que puedes desglosarlo.

Actuar en el Primavera Sound es una meta que teníais. ¿Cuál es la próxima?

Conquistar el mundo. A mi me gustaría volver a tocar aquí en el escenario Ray-Ban. De hecho queremos venir con la banda completa. Normalmente somos Orlando y yo pero hemos tenido un tercer integrante en algunas canciones recientemente, porque las nuevas requieren batería y hay una persona tocando teclado. Hicimos un show en Nrmal y éramos seis: un batería, Orlando y yo, un saxofonista, un bajo y un tecladista. Nos encantaría poder replicar eso aquí, sonando al completo, full band. Ahora tratamos de tocar todo y no nos dan las manos, como pulpos estamos. De hecho, el del sax se roba el show y aparte se va a venir a vivir a Barcelona.

Photos © Cecilia Díaz Betz