Kemi Fatoba y Joe Von Hutch son los cofundadores de DADDY, una revista nacida en Berlín, Black-owned y cuyo contenido, inclusivo, interseccional y sexy, ha demostrado que es una publicación genuinamente inclusiva. F: ‘The TOGETHER Issue’. © ‘DADDY magazine‘

Su último número (y el primero en papel) reúne más de 120 páginas de contenido original firmado por más de 30 escritores, diseñadores y fotógrafos que exploran el significado de estar juntos

Cada vez más, el discurso de defensa de la libertad sexual y la diversidad gana fuerza y cala poco a poco en la sociedad, al mismo tiempo que se banaliza, fruto de esas marcas que «se suben al carro» y restan poder al movimiento. «Todo el mundo habla de abrazar la diversidad y dar la bienvenida a la interseccionalidad, nosotros sí que lo estamos haciendo», afirma de manera acontundente Kemi Fatoba en una entrevista con AnOther Magazine.

DADDY es la culminación de un cúmulo de experiencias vividas en primera persona por Von Hutch, que pasó de trabajar en una firma americana a ser escritor freelance en Berlín. Pero también fruto de la realidad que nos rodea y que hizo abrir los ojos a Fatoba: “Hay mucho sexismo casual, racismo y homofobia que viene de personas de todas las edades, pero me sorprendió particularmente ver que también de los jóvenes”. Con todo, hace ya cinco años que la revista está rodando y cumpliendo semana a semana y número tras número su misión: ayudar y dar voz a las voces minoritarias. 

En DADDY tiene cabida todo, incluso lo que en una publicación más mainstream y generalista nunca podría ser publicado. Artículos, historias, entrevistas y testimonios, todos diversos e interesantes como, por ejemplo, Cómo cambiar tu nombre puede cambiar tu vida, Negro es el color de mi género o Ranking de preguntas de mierda que hacen los europeos blancos.

Durante la cuarentena lanzaron el Quaratine Issue y, ahora, han editado su primer número en papel: The TOGETHER Issue. Este reúne más de 120 páginas de contenido original firmado por más de 30 escritores, diseñadores y fotógrafos, en el que exploran lo que significa estar juntos.

Pero la causa por la que creen y luchan ambos va más allá del trabajo en la revista. Juntos trabajan como consultores ayudando a otras empresas e instituciones a comunicarse con la comunidad de una forma más inclusiva y sensible. Una labor muy necesaria, ¿no os parece?