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Ariana Díaz Celma

Ya hace días que en good2b venimos diciendo que está claro que no se puede hablar de los cantautores urbanos fundamentales de los últimos tres lustros y no mencionar a Damien Jurado. Y, aunque no hacía falta que el de Seattle nos subrayara eso, menos aún se puede obviar su enorme talento tras escuchar ‘Maraqopa’, el disco que acaba de publicar Houston Party/BCore. Con el álbum ‘fresh from the oven’ hemos aprovechado su gira por esta latitud para entrevistarle…

Maraqopa es una lugar con poquísimos habitantes. ¿Por qué llamaste así a tu disco?

En realidad es un lugar ficcionado que surge a partir de un sueño que tuve. En él un chico se iba de su ciudad natal abandonando todo lo que tenía: su casa, sus amigos, su familia… Y sin decir a dónde va. Es así como encuentra Mraqopa, un pueblo con unas 1000 personas viviendo en él, que le acogen como si le conocieran de toda la vida. Incluso saben cómo se llama y se comunican telepáticamente. El chico en cuestión está en busca del amor auténtico. Cuando decide irse del pueblo, muere en un accidente de coche y se da cuenta que ha estado viviendo una vida que no le gustaba. El disco va de esto básicamente.

Richard Swift es el productor de este disco pero también lo fue de Saint Barlet. ¿Qué debe tener un productor para trabajar contigo?

Tiene que ser alguien con el que trabajar signifique un reto y este es el caso de Richard. Ha abierto mi mente. Creo que ahora mi modo de escribir y de hacer discos es completamente distinto. De hecho, mi plan es trabajar con él el resto de mi vida. Antes de conocerle todo era una pesadilla…

Tu primer disco data de 1990. ¿Cómo ves tu progresión a lo largo de todos estos años?

He estado en muchos sellos y creo que el cambio de uno a otro se puede comparar con la vida de un niño. Cada disco ha sido una lección, como lo es aprender a andar, hablar, escribir… Cada álbum ha sido un paso en mi carrera. De hecho, en Mary Cope tenía 21 años, así que las cosas han cambiado mucho…

Siempre has sido muy fan del formato cassette. ¿Cómo vives la era digital?

De hecho ahora los cassettes están haciendo un come back y me encanta. Creo que todo lo que se hace en digital suena terrible. En cambio las cintas son mucho más cool, suenan bien y las puedes palpar con tus manos.

Ahora la típica pregunta. Se te conoce por ser un ‘story teller’. Dinos, ¿de dónde sacas las historias?

La mayoría son pura ficción, Podemos decir que tengo una imaginación muy salvaje. Por ejemplo, ya he dicho que el disco que ahora presento viene de un sueño. Debo decir que a veces se me ocurren cosas tan inverosímiles que me sorprendo a mí mismo.

Durante muchos años has compaginado tu actividad como músico con otros trabajos. ¿Aún lo haces?

Ahora sólo me dedico a la música. Durante muchos años fui profesor de educación infantil, pero la vida es demasiado corta y quiero dedicarla a lo que realmente disfruto haciendo. Creo que desde el momento en el que naces tienes que trabajar para desarrollar tu principal talento.

¿Cómo escoges los músicos que te acompañan en directo?

En Seattle hay músicos en cada esquina, así que no es muy difícil conocer a uno. Todo el mundo tiene una banda, así que es cuestión de encontrar a la persona correcta. Con los que estoy de gira son, además, buenos amigos y nunca han estado en Europa, así que está siendo muy excitante como experiencia.

Tu hotspot favorito en Seattle es…

La Space Needle, una torre gigante con un restaurante dentro desde el que puedes ver toda la ciudad. También la plata Golden Gardens en verano.

Prohibirías…

La radio FM.

Nunca pensabas que terminarías…

Viviendo de la música.

No puedes para de escuchar en modo repeat…

Grateful Death, Janis Joplin y Richard Swift.

Para ti good2b es…

Good to be alive.