Descubrir la obra de Mary Ellen Croteau, además de dejarte patidifuso, creo que de alguna manera te obliga a hacer una reflexión sobre algunos temas que están muy a la orden del día, como por ejemplo, ¿dónde vamos a meter las cantidades desmesuradas de plástico que se generan todos los días? Desde luego, si este conflictivo material llega a desaparecer de la faz de la tierra en algún momento, no estaremos aquí para vivirlo. La certeza es que acabaremos rodeados de miles y miles de toneladas de plástico que no hay forma humana de exterminar. Así que ¿por qué no concienciarse en serio, empezar a pensar qué se puede hacer y cómo reducir nuestro uso diario? Seamos honestos, opciones haberlas hailas, y si no, observar bien de cerca el trabajo de Croteau puede ayudar: el reciclaje aplicado al arte.

Las obras que os enseñamos de Croteau forman parte de su serie Bottle Caps, y además de resultar fascinantes, llevan implícita una conciencia clara con la sostenibilidad, el reciclaje, y todos estos temas tan en boca hoy en día. Croteau se dedicó a reunir, guardar y conservar, los cientos de tapones de de botellas de plástico que caían en sus manos. No importaba la forma, el color o tamaño. Con ellos empezó a crear obras realmente fascinantes, dándoles un nuevo uso como material artístico, y de alguna forma, reviviéndolos. El resultado es realmente sorprendente, y claramente, invita a darle unas cuantas vueltas a la cabeza y empezar a materializar todo eso que siempre decimos que vamos a hacer y nunca hacemos.