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Raquel Bueno

A todos los que hayáis leído alguna vez el libro Éramos unos niños, de Patti Smith, sin duda os sonará el nombre de Robert Mapplethorpe. Implicit Tensions, la exposición recién estrenada del Guggenheim de Nueva York, recupera ahora su legado junto a una selección de fotografía contemporánea de varios artistas LGBTQ. F: Self Portrait (1980), de Robert Mapplethorpe. © Robert Mapplethorpe Foundation

Siempre objeto de controversia, Mapplethorpe arrojó luz a las comunidades minoritarias en el mundo del arte

Durante las tres décadas posteriores a la muerte del artista multidisciplinar en 1989, otros artistas y críticos del mundo del arte han lidiado con la complejidad de su legado, cuestionando la objetificación de los sujetos que retrataba. Alabado y vilipendiado por sus personales representaciones del deseo homoerótico, el desnudo masculino negro y la figura femenina, el fotógrafo –siempre provocador– arrojó luz a las comunidades minoritarias en el mundo del arte, durante una época en la que el apogeo de la crisis del SIDA fue el principal protagonista y acabó también con la vida del artista a la pronta edad de 42 años. 

En la segunda instalación de Implicit Tensions, Mapplethorpe Now, los curadores de la exposición Lauren Hinkson, Susan Thompson y Levi Prombaum exploran la dialéctica entre subversión, transgresión y explotación, que lo convirtió en objetivo de controversia por aquel entonces y lo sigue haciendo ahora. Su enfoque hacia la fotografía, caracterizado por una búsqueda casi obsesiva de la perfección, ayudó a elevar esta disciplina artística al panteón de las bellas artes; mientras que sus temáticas alimentaron las guerras culturales que se desataron a finales de los años 80 y principios de los 90. 

El artista multidisciplinar nos forzó a mirar de frente las cosas que incomodaban a muchos, convirtiéndolas en obras de arte de una belleza excepcional

Asimismo, esta nueva instalación examina el legado del fotógrafo en diálogo junto a seis artistas LGBTQ africanos, afroamericanos y estadounidenses –Rotimi Fani-Kayode, Lyle Ashton Harris, Glenn Ligon, Zanele Muholi, Catherine Opie y Paul Mpagi Sepuya– que utilizan el retrato para analizar conceptos como la identidad, la visibilidad y la representación; y aportan enfoques expansivos a los sujetos retratados en su trabajo. El resultado es un diálogo crítico que invita a los espectadores a considerar, además de la perspectiva de Mapplethorpe hacia las materias que fotografiaba, su papel como consumidores de las representaciones de aquellos colectivos históricamente alienados de la sociedad.

Every Moment Counts II (Ecstatic Antibodies, 1989), de Rotimi Fani Kayode. © Rotimi Fani-Kayode

Ese fue, desde el principio, el objetivo de Robert: obligarnos a enfrentarnos a nuestros miedos y prejuicios. Sin embargo, al hacerlo, los reforzó simultáneamente reduciendo los sujetos al otro lado de su objetivo a objetos, en lugar de presentarlos como individuos multifacéticos. Con todo, nos forzó a mirar de frente las cosas que incomodaban a muchos, convirtiéndolas en obras de arte de una belleza excepcional; y la importancia y el impacto de su trabajo sigue siendo incuestionable, más allá de su extraordinaria técnica. Desde aquí, lo celebramos también.

Implicit Tensions: Mapplethorpe Now, del 24 de julio de 2019 al 5 de enero de 2020 en el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York.