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Bru Romero

Hay restaurantes buenos y restaurantes buenos con historia. Habrá quien prefiera los primeros, pero lo más seguro es que a tí te interesen, aún más, aquellos que tienen algo más que contar. El Rincón de Esteban podría situarse en este segundo grupo. Y es que no solo proponen y disponen de una cocina al gusto de la mayoría; también han servido como punto de encuentro de ilustres personalidades nacionales e internacionales, convirtiéndose en un clásico de nuestra gastronomía. F: Todas las imágenes cortesía de El Rincón de Esteban

A un tiro de piedra de las Cortes, nos encontramos con este local donde la temporada manda y donde la costumbre es rozar la exclusividad. Un restaurante inaugurado en 1992 por el Esteban que da nombre a este rincón (cuyas bases ya se habían asentado gracias a un restaurante anterior abierto en 1973), famoso por haber sido parada de celebridades como Rafa Nadal, Juan Carlos I, Felipe VI, Mariano Rajoy, Julio Iglesias Jr. y un largo etcétera. Un punto de encuentro con más historia en sus mesas y paredes de las que pudieras imaginar y una clientela de lo más fiel a lo largo de los años.

Si te van los clásicos y la comida a la altura de lo que se espera de un negocio con tablas, El Rincón de Esteban no solo cumplirá con tus más culinarios deseos sino que añadirá algunos más (que también cumplirá)

Un marco inigualable que mezcla esa sofisticación propia de los restaurantes de una época cada vez más lejana y la modernidad propia de esos otros que saben seguir dándole a su público lo que pide, las nuevas tendencias sin perder demasiado el norte. 120 comensales disfrutando a lo largo y ancho de tres salones con un mismo estilo (El Rincón, El Congreso y La Bodega), y por los que el ir y venir de un servicio impecable ya vale solo la visita.

Pero, ¿qué deberíamos comer en El Rincón de Esteban si es nuestra primera vez? Pues, muy sencillo. Si te gusta liarte un poco entre aperitivos, deberías pedir su consomé de ave al jerez, las anchoas de Santoña, los mejillones de la ría de Arousa al gusto, las almejas a la marinera, el salpicón de centollo y bogavante, las flores de alcachofa con lascas de foie o las croquetas de jamón con panko. Si lo tuyo es ir a tiro hecho, pues quizá unas gambas blancas de Huelva a la plancha o cocida, un pulpo a feira, el rape de barriga negra bilbaína y/o las chuletitas de cordero lechal fritas con ajo tostado y romero podrían ser la solución. ¿Prefieres tomarte algo más tradicional, algo más de la casa? Pues, sin pensarlo más de dos veces, pide que te traigan su rabo de toro estofado, cochinillo al estilo Arévalo, callos a la madrileña, sus huevos fritos con patatas y jamón y las patatas al estilo de Ávila con torreznos, como previo. No lo lamentarás y podrás colgarte la medallita.

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