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Ariana Díaz Celma

Un paraguayo y una rusa regentando uno de los mejores antros -en el buen sentido de la palabra- de tapeo de la ciudad. Suena a chiste malo que termina en disparate, pero es una verdad como un templo. No obstante, somos conscientes de que este tándem puede ser algo más verosímil si revelamos sus nombres y apellidos. Ellos son Ever Cubilla, chef responsable del alabadísimo Espai Kru, y Olesya Kuznetsova, formada en la Hoffman y una apasionada de Andalucía, donde ha desarrollado parte de su corta pero intensa carrera profesional, que han unido fuerzas para crear el Señorito, un lugar donde dar rienda suelta al picoteo fino andaluz.

Ever Cubilla del Espai Kru y la joven promesa rusa Olesya Kuznetsova forman el tándem encargado de engrasar la maquinaria del Señorito

Situado en un local del barrio de Sant Antoni que recrea un patio andaluz -geranios incluidos-, el Señorito se presenta como un lugar de picoteo por antonomasia, donde disfrutar de recetas originales del sur, con el jolgorio que merecen y a base de productos de primera, muchos de ellos recién traídos de Andalucía, tratados con ese punto gastronómico que da un toque gourmet a lo que se sirve en la mesa. La autenticidad de la carta se adivina con platillos como los chicharrones de Cádiz, las croquetas de choco, el salmorejo cordobés (con huevo de codorniz y jamón), los huevos de cabrón a la francesa con pisto y jamón o las siempre infalibles papas aliñás.

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En el Señorito no faltan los fritos de mar, como la clasiquísima tortilla de camarones o los vistosos boquerones en zumo de lima; ni tampoco el marisco, ya sea a la plancha o ‘cocío’ -como ellos dicen-, como los langostinos de Sanlúcar o las cañaíllas, inusuales y que despiertan tantos odios como pasiones -en Good2b somos más del segundo grupo-. Como no, la guinda del pastel la ponen sus molletes, los pseudo bocadillos made in Andalucía que tantas alegrías han dado a la cocina de los últimos años. Los hay de todas clases, desde clásicos como el de pringá (el cocido andaluz) o chicharrones, hasta otros algo más sofisticados como el de costilla ibérica con salsa al whisky o el de pluma con pimiento y queso payoyo -un auténtico descubrimiento que nadie en su sano juicio debería perderse-. Como en cualquier patio de picoteo que lo valga, hay que hacer caso a las sugerencias del día, que en el Señorito pueden llevarte a probar exquisiteces poco vistas en esta latitud como los chanquetes o las japutas. Este festín cañí no podía sino acabar con postres del nivel de la torrija con helado de arroz con leche o el tocino de cielo, glorias viejunas revisitadas con acierto.

El picoteo viene acompañado de una carta de vinos de inspiración andaluza, muchas de cuyas referencias recaen en Jerez

El picoteo canalla del Señorito debe acompañarse por su acertada carta de vinos, con referencias que vienen en su mayoría de Jerez. Los finos, las manzanillas y el palo cortado, obvio, están a la orden del día en este patio de picoteo, una oda a la gastronomía andaluza en su mejor versión, entre azulejos de Triana y sillas forjadas de hierro. Lo mejor es que el lugar aún tiene algún que otro as en la manga, como el que augura una coctelería de corte británico al fondo del patio, en un espacio que augura ser señorial.

Picotear en el Señorito te costará entre 20-25€. ¡Y olé!

 

Detalles




  • Dirección: C/Manso, 54
  • Horario: L Cerrado | M-V 20:00-23:30h | S-D 13:30-15:30h
  • Teléfono: (+34) 93 532 71 19
  • Tipo: Restaurante
  • Web: http://senorito.es/