‘El silencio es un cuerpo que cae’ o las políticas del deseo
Cuando Miguel Ángel comenzaba a esculpir el David espetó que un día, de repente, vio un ángel en el mármol, y que talló y talló sin descanso hasta que le puso en libertad. En la primera escena de El silencio es un cuerpo que cae, el debut cinematográfico de Agustina Comedi (Córdoba, Argentina, 1986), una cámara recorre en primer plano esta obra renacentista, desde el que se puede intuir una fascinación por el desnudo del muso, en armonía con la naturaleza.
La escultura, realizada entre 1501 y 1504 y planteada en un primer momento como religiosa, no tardó en recibir críticas por las connotaciones políticas que desprendía: los Médicis habían sido expulsados de Florencia, donde se había instaurado la República. Así, la representación de la figura bíblica rey de David, el rey los judíos que mató al gigante Goliat, fue considerada como un mensaje de aviso a los gobernantes de la ciudad estado para que mantuvieran en su agenda las políticas defensivas del territorio.
Fotograma de El silencio es un cuerpo que cae (Agustina Comedi; 2018)
Cuerpos en tensión, perseguidos por las fuerzas coercitivas del estado y violentados en sus familias ganan luz y palabra en una cinta que rinde homenaje a Jaime Comedi y a toda una generación silenciada
El documental se centra en la figura de Jaime, el padre de la directora, en cuyas grabaciones de la cámara Panasonic que compró cuando esta nació plasma la realidad de una época oscura y tumultuosa de Argentina, ubicada en un Cono Sur sumido en gobiernos dictatoriales (Augusto Pinochet en Chile, Hugo Banzer en Bolivia, Alfredo Stroessner en Paraguay, Ernesto Geisel en Brasil y Juan María Bordaberry en Uruguay). Desde ese momento y hasta el día de su muerte en enero del 99, Jaime filmó los viajes con sus grupo de amigos de la militancia comunista, los asados con la familia, las funciones escolares de su hija, sus juergas secretas o los encuentros con Néstor, su mejor amigo y el que fuera su pareja durante once años. Al igual que David -con el ceño fruncido y la tensión en sus músculos- la comunidad LGTBQ resistía en Córdoba y las demás provincias de una Argentina oprimida y en férrea resistencia contra la dictadura de Videla.
Cuerpos en tensión, cuerpos enfermos por el VIH, cuerpos perseguidos por las fuerzas coercitivas del estado y violentadas en sus familias, cuerpos silenciados y atemorizados ganan luz y palabra en una cinta que además de rendir un homenaje a Jaime- cuya figura a penas aparece en las imágenes- se convierte en un tributo a esta realidad coral. Las narrativas del deseo desde la exclusión confluyen con las de la militancia política del grupo de Jaime, todos homosexuales de izquierdas, militantes en Vanguardia Comunista (posteriormente denominado Partido de la Liberación). También resultan interesantes las lecturas de clase que plasma la mirada de Comedi, que parece tener claro que hay silencios más cómodos que otros en el binomio de lo público y lo privado, según la cuna a la que los sujetos minoritarios pertenezcan.
Fotograma de El silencio es un cuerpo que cae (Agustina Comedi; 2018)
Al igual que David, Jaime resistió en silencio en un contexto del marcado por el terror, alentado por las bonanzas de la belleza situada en el contexto privado de su entorno. Una belleza que queda patente en cada una de las 160 horas de película que el protagonista filmó. La voz en off de Comedi atraviesa estas imágenes aportando un poso cronológico y unos ritmos necesarios que nos ayudan a comprender el recorrido vital de su padre.La directora entrevista a amigos (algunos preferían preservar su identidad) y familiares de Jaime, logrando extraer declaraciones clave para conocer las trabas represivas que influyeron en el desarrollo de su identidad, así como la situación sociopolítica del país en aquellos años.
El silencio es un cuerpo que cae se estrenó en el BAFICI 2018, donde obtuvo una mención especial y logró un merecido premio al mejor largo de la reciente 25ª edición del festival de cinema independent de Barcelona, l’Alternativa. Comenzó a girar en el circuito de salas argentinas el 15 de noviembre.