Erik Kessels: «La perfección no deja espacio para cosas nuevas»
«Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor» esto decía Beckett en su texto Rumbo a peor, fragmento que cita Kessels en el interior de su libro y que nos sirve como alegato para introducir esta entrevista.
Erik Kesssels es creativo, publicista, curator, fotógrafo, editor y ahora también autor del libro que recientemente ha publicado Phaidon, ¡Qué Desastre! Cómo convertir errores épicos en éxitos creativos. Un manual de autoayuda para creativos donde insta a equivocarse, hacerlo mal conscientemente, a no repetir los mismos caminos porque solo así llegan las nuevas ideas.
¿Qué piensas de los fracasos, entendidos como errores, en la vida diaria?
Como creativo, creo que es un gran acierto cometer errores. Esa idea es la que me motivó a escribir el libro. Equivocarse está bien. No tanto en la vida diaria, sino a nivel profesional.
Sobre todo hoy, que todo es tan perfecto, como los ordenadores, las cámaras de nuestros teléfonos que registran la luz más negra y la más clara, nuestros sistemas de navegación que nos llevan a donde queramos ir… Pero esa perfección no es realmente un buen punto de partida para personas creativas. En el caso de un taxista o un médico, un error puede ser fatal, pero para alguien que busca tener una idea, yo creo que los fracasos de la vida diaria son fuentes de inspiración.
Y no quiero decir con esto que aprendemos de nuestros errores, eso es un tema aparte, sino que si deliberadamente decides ir por un camino equivocado, tal vez encuentres algo nuevo.
Hoy en día está muy extendida la copia; si te fijas, todo el mundo está haciendo lo mismo. Así que básicamente solo nos queda hacerlo ‘mal’ a propósito y encontrar una nueva manera de expresarnos o de tener ideas.
Yo creo que los fracasos de la vida diaria son fuentes de inspiración
¿Cómo es un día normal en tu vida? ¿Te despiertas en busca de errores?
Constantemente estoy pendiente de estas cosas cuando voy por la calle y demás, tengo ojo para encontrarlas. Por ejemplo, la semana pasada una chica llevaba un cubo de pintura en su bicicleta y se le cayó en la calle, así que se creó una mancha enorme en el suelo. Unas personas intentaron arreglarla poniendo un cartón encima, lo que cuenta como una intervención. Pero después los coches pasaron por encima y de la nada se creó una pieza de arte.
Claro que no debes equivocarte cruzando la calle, pero, profesionalmente, yo siempre estoy pendiente de este tipo de errores. Es muy interesante. Me gusta documentar este tipo de cosas porque quizá en algún momento me sirvan para crear algo más.
Eres curator, diseñador, fotógrafo, editor… ¿Qué faceta de tus trabajos te motiva más?
Actualmente es imposible no pisar diferentes áreas. Antes, cada quien estaba enjaulado en su disciplina. Ahora, un diseñador gráfico puede ser también fotógrafo o artista a veces. Ya no existen tantas fronteras. Para mi todo está interconectado. Cuando alguien me pregunta a que me dedico, puedo explicarlo, pero creo que el título no es lo interesante. También creo que es un lujo no ser capaz de explicar lo que haces. A veces es confuso, pero, para mí, es crucial hacer todas estas cosas diferentes a la vez. Claro que trabajar en publicidad y ser artista son cosas completamente diferentes, pero a nivel de ideas, están conectadas. Nunca podría elegir hacer una cosa o la otra. Disfruto porque ahora podemos pisar diferentes temas constantemente.
Creo que es un lujo no ser capaz de explicar lo que haces, disfruto porque ahora podemos pisar diferentes temas constantemente
¿De dónde vino la idea del libro? ¿Cómo fue el proceso?
Tiene que ver, sobre todo, con lo que dije al inicio. Cosas como la perfección y la confianza y todo eso no son buenos puntos de partida para gente creativa, especialmente en nuestros tiempos, donde todo es prácticamente perfecto. La perfección no deja espacio para cosas nuevas.
Te lo explico con una metáfora. Supongamos que el jardín de atrás de tu casa es un lugar caótico y desordenado de donde salen las ideas que, ya terminadas, vas a mostrar en el de enfrente. Muchos creativos trabajan sólo en el de delante y ya no visitan el de atrás nunca. Empiezan y terminan en el mismo lugar.
¿Crees que las redes sociales han tenido algo que ver en esto?
Sí, es la misma idea. Un selfie, por ejemplo, no tiene profundidad. Es curioso porque se puede entender como auto propaganda, pero es una porquería porque nuestros teléfonos son tan buenos que puedes sacar fotos preciosas de cualquier cosa, casi como pack shots de tu vida, de lo que comes, de lo que haces, del libro que compraste…
Cuando alguien lo hace en serio, y tiene un toque de ironía, puede ser agradable. Pero volvemos a lo mismo, si todo el mundo se copia, se vuelve aburrido. La gente que quiere tener nuevas ideas tiene que romper ese ciclo y necesita ser sarcástico, irónico, inseguro… Porque ya nos enseñan a no cometer errores y a tener seguridad, porque si no, no tendremos éxito. Las personas creativas deben ser payasas e idiotas para poder desafiar el status quo.
¿Cuál es la diferencia entre una mentira y un error?
El fotógrafo Joan Fontcuberta, por ejemplo, juega con la percepción de las personas. Te hace dudar si lo que estás viendo es real o no, te obliga a mirar las cosas y cuestionarlas. Tal vez, observando las cosas y cuestionando tu percepción, la próxima vez que veas una imagen lo harás de forma diferente.
Por lo que concierne a los errores, yo veo esto como una motivación creativa para encontrar cosas nuevas. Es como un método. Para él, es su trabajo, pero para mi, los errores son el proceso. Por supuesto que también se le pueden ocurrir nuevas ideas con el mismo método, pero yo me refiero al proceso previo a la creación.
Las personas creativas deben ser payasas e idiotas para poder desafiar el status quo
¿Cómo fue la experiencia de trabajar según las reglas de otra editorial?
No quiero menospreciar nuestras propias publicaciones, pero los nuestros son el tipo de libros que otras personas no quieren publicar, por eso lo hacemos nosotros. Este libro tiene un alcance potencial muy grande, cuando los que publicamos nosotros son muy de nicho; no solemos hacer más de 2.000 copias, por ejemplo.
Failed It! necesitaba mucha difusión para poder alcanzar a todos los creativos de ahí fuera, así que decidimos publicarlo con una casa que tuviera la infraestructura necesaria para hacerlo. De hecho, ya ha sido traducido a 8 idiomas… Un libro como este nos pedía ser publicado por alguien más. Además, publicar un libro sobre creatividad desde tu propia editorial, es un poco raro. Es como hacerte una mamada a ti mismo.
¿Crees que es un libro de autoayuda para creativos? ¿Qué opinas de este tipo de libros?
Sí. En general, los odio. Pero en este caso, está bien, porque te dice que te rompas. Le estoy diciendo a las personas que la caguen. Así que eso mola. Es el anti-éxito.
¿Cómo fue el proceso de crear la instalación 24 HRS IN PHOTOS?
Convivimos con tantas imágenes que para la hora de la comida ya hemos visto más que cualquier persona del s. XVIII en toda su vida. Nuestros cerebros están cambiando, ahora procesan las cosas de manera muy diferente. Algunas personas han procesado tantas imágenes que cuando cumplen el primer cuarto de vida, se saturan y entran en crisis porque es difícil absorber tanta información. Este flujo cambia algo dentro de nosotros.
Siempre me ha interesado el hecho de que guardemos imágenes en línea, porque su función ya no es la misma. El propósito de las imágenes digitales ya no es almacenar su contenido, sino ser compartidas, con un ciclo de vida de un día, quizás.
La idea de la instalación era enseñar físicamente cuántas imágenes se suben a determinados blogs en un solo día. Así que descargué casi 950.000 imágenes a un disco duro, tan sólo a partir de la sección de Agregadas recientemente de Flickr, y las imprimí –también en un solo día–.
En cuanto al concepto de exponerlas como si de una inundación se tratara, la inspiración provino de unas imágenes de unas casas en un desierto africano que unos mineros de oro construyeron y abandonaron cuando ya no había oro que sacar. Al irse, dejaron unas casas preciosas en medio del desierto semienterradas por tormentas de arena. Similarmente, lo que hicimos fue verter todas las imágenes sobre una estructura de madera que las contuviera. El efecto bombardeante permitía a la gente caminar sobre las imágenes, pero creando cierta incomodidad, ya que podías estar caminando sobre bebés naciendo… Lo que demuestra que la línea entre lo público y lo privado se ha difuminado.
Le estoy diciendo a las personas que la caguen, así que eso mola, es el anti-éxito
¿Qué opinas de los selfie-sticks?
Creo que son geniales como armas. Deberíamos empezar una pelea entre turistas. Ahora en serio, creo que son el peor invento de este siglo, además de la máxima expresión de auto propaganda. Creo que el comportamiento es interesante, y me sorprende que la opinión esté tan dividida. O lo amas o lo odias. No hay nada intermedio, lo que, en parte, es bueno. Es increíble.
De todos los errores que has cometido en tu vida, ¿cuál es tu favorito?
En general, decir que sí a veces fue un gran error. Todavía encuentro muy difícil distinguir entre cuando decir sí y cuando decir no. A veces es mejor separar lo bueno de lo malo y lo aburrido de lo interesante y simplemente negarse. A veces digo que sí y resulta que estoy trabajando con completos imbéciles y la dinámica no funciona. Saber cuándo decir que no te fortalece y determina tu camino.
¿Cómo podemos saber qué vale la pena aceptar o qué deberíamos aceptar?
Tienes que confiar en tu instinto. Es pura intuición. Al final, cuando ves que algo no funciona, sabes que desde el principio tenías un presentimiento.
Good2b para ti es…
Es bueno estar con tu madre. Que la mía me de un beso significa un éxito para mi.
Fotos © Cecilia Díaz Betz