El calor por fin a llegado, el after sun vuelve a colocarse como uno de los productos estrella de los supermercados y los guiris marcan el biquini sobre su rojo gamba en sus estilismos nocturnos por la ciudad. Tres indicadores que sólo pueden significar una cosa: es hora de buscar restaurante favorito junto al mar este verano. Y, modestias aparte, creemos que lo hemos conseguido. El lugar en cuestión se llama Barraca y ejerce como arrocería bajo las órdenes del estrella Michelin Xavier Pellicer con unas privilegiadas vistas de la Barceloneta. El secreto es precisamente la transparencia de su cocina, que pone en los fogones arroces elaborados con ingredientes naturales y de proximidad. Y todos por aquí saben lo que nos gusta un calamar o una verdura de Km 0.

El Barraca es una arrocería bajo las órdenes del estrella Michelin Xavier Pellicer con unas privilegiadas vistas de la Barceloneta

El Barraca se sitúa en un primer piso que ocupa el número 1 del Passeig Marítim de la Barceloneta. Por ahí donde está el popular Woki por el que todos hemos pasado varias veces. Y no es casualidad, pues Guido Weinberg, su propietario, también es el encargado de la arrocería. Esta vez, pero, deja asesorarse por un maestro de la cocina como es el gran Pellicer. Todos los platos están hechos con arroces del Delta del Ebro, tal y como manda la tradición, y servidos en la mesa o al plato. Puedes encontrar especialidades como la paella de arroz bomba con calamares, pescado de lonja, mejillones, ‘rossellones’ y ‘julivertada’; arroz negro a la cazuela; arroz con alcachofas, sepia y salchichas; arroz con verduras ecológicas y un sinfín de platos, a cuál más apetitoso. Antes, pero, es posible escoger alguno de sus apetitosos platos de la sección ‘Para Picar’. Recomendamos los mejillones con tomate confitado y albahaca, las súper bombas -rellenas de calamar, no de carne-, los buñuelos de bacalao; así como sus ensaladas -increíble la burrata-.

El final del manjar tampoco se presenta nada mal. Especial mención a la sopa de melón, helado de queso fresco con un twist de lima; así como al baba al ron con tartar de piña y leche de coco; o sus fresas con nata, que suenan tan simples como sofisticado y fino es su sabor.

Comer en el Barraca te costará alrededor de 35-45 euros, que incluyen unas magníficas vistas a la Barceloneta y una brisa la mar de refrescante. Eso sí, en vez de la clásica barraca, tan común en la Barceloneta de hace unas décadas, estarás en un merendero chic, aunque recuperando la esencia del barrio y la gastronomía popular marinera.