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Últimos días para visitar la exposición Dreamstreet de José Antonio Carrera, un total win en toda regla. El fotógrafo se siente como en casa en Nueva York y eso se nota en su trabajo. Aunque tuvo ocasión de conocer la ciudad en 1979, sus primeras fotografías in situ no llegaron hasta 1994. La ciudad salía entonces de largos inviernos en blanco y negro. El Nueva York que encontró el autor a su vuelta en 2009 resultó más seductora, resplandeciente y colorida.


Las dos urbes, muy distintas formalmente porque corresponden a dos experiencias alejadas, se funden aquí en una sola como las dos caras de una moneda, para convertirse en el hilo conductor de DreamStreet. Sus avenidas, asociadas a los protagonistas de las grandes narrativas de la historia, conforman una localización cinematográfica.


Al igual que los personajes, con sus papeles y poses preconcebidas, las fotografías de Dreamstreet no hacen sino rendir un nostálgico homenaje a lo que ya ha pasado. En el rostro de la taquillera del teatro de Times Square, Carrera encuentra los colores, los gestos y la metafísica suntuosa de un Hopper. En la árida voluptuosidad de la esquina de Tiffany?s descubre el minimalismo diáfano, místico y a la vez tormentoso de un Rothko. Sus fotografías establecen un incesante diálogo con el pasado que les priva de cualquier noción de actualidad y las convierte en partículas de un eje atemporal.


¿Te apetece pasearte un rato por Nueva York?


Qué: Dreamstreet by José Antonio Carrera.

Cuándo: hasta el 20 de julio.

Dónde: Tagomago (C/Santa Teresa, 3).