El Hotel ME Sitges Terramar ha preparado una MERCANTIL DEL DISEÑO muy especial para romper con el amor romántico para San Valentín. Los días 14, 15 y 16 de febrero celebrará el fin de semana Satisfy ME, que tendrá como lema el placer por encima del amor. Una serie de divertidas actividades en torno al placer sexual y a la cultura del erotismo, sin ningún tipo de tabú o restricción. F: Cortesía de Hotel ME Sitges Terramar

El Hotel ME Sitges Terramar desafía el amor convencional con Satisfy ME, una alternativa erótica y sensual a San Valentín del 14 al 16 de febrero

Para empezar el fin de semana se celebrará un showcase de Lelo, la firma pionera en diseño de elegantes juguetes sexuales con alta tecnología. La marca sueca ha revolucionado el sexshop con sus productos que llegan a Hotel ME Sitges Terramar para deconstruir el ideario que tenemos sobre los juguetes sexuales con una charla sobre self sex care y una muestra de los nuevos aliados para el autoplacer, perfectos para disfrutar solos o en compañía.

El sábado 15 visitará el hotel el artista Boris Hoppek, cuya frontalidad al abordar temáticas sexuales ha levantado más de una polémica. El artista ha creado piezas reivindicativas de liberación sexual a modo de crítica contra el imaginario del eros, que van desde el grafitti, el site specific y la instalación efímera al fanzine y la ilustración. Su visita incluirá la muy especial oportunidad de ser el protagonista de una de sus obras de arte eróticas y posar (desnudos o no) para él. Si queréis más información de esta actividad específica debéis mandar un mail al Hotel.

Pieza de Boris Hoppek, cortesía del artista

El hotel también ofrece la posibilidad de hacerse un pequeño tatuaje cortesía de la casa, y ha preparado una experiencia sensual total en todas las habitaciones de los huéspedes que duerman ahí durante el fin de semana, con una playlist especial, decoración específica, un kit erótico y cosmética íntima para el baño, además de un menú especial San Valentín en el Restaurante Beso. ¿Quién se atreve a pasar un San Valentín diferente?