Aunque vamos ya por su sexta edición, SÂLMON sigue persiguiendo la esencia de lo irrepetible. Del 8 al 25 de febrero,  el reto que nos propone este festival sigue siendo el de ser muy únicos, exprimiendo la energía y el talento de los artistas emergentes que crean para «aquello que vendrá».

Es un organismo vivo que nos acompaña y transita durante todo el proceso de creación artística

Con un ojo siempre puesto en el futuro, las pretensiones de este festival van más allá de ser una simple galería artística. Lo que busca SÂLMON es una auténtica revolución conceptual a partir del arte, y por ello su programa se parece más a una coreografía de artistas, gestores y programadores de diferentes contextos que una exposición clásica que se cree atemporal. Su idea es crear un organismo vivo que nos acompañe y transite durante todo el proceso de creación artística.

Se pone la atención en la singularidad de cada uno de los objetos, que deben ser tratados como experiencias irrepetibles y únicas, que fluyen como un movimiento que somos incapaces de detener. Para los creadores de SÂLMON, el work in progress es tan remarcable como el resultado en sí, y nos acompañarán por el camino creativo hasta dar con el destino, la obra. A veces vale más disfrutar del viaje que llegar, como suele decirse.

Para SÂLMON, las reglas del juego han cambiado. No podemos resistirnos a las consecuencias, solo responsabilizarnos de este nuevo escenario: ha llegado la hora de imaginar e innovar, sin tener miedo a hacerlo a gran escala.

El calendario de este revolucionario festival de arte está disponible en su página web. Te invitamos a bucear en su puesta escénica, de seguro que no te deja indiferente.