Poeta y dramaturgo, Bertolt Brecht terminó de escribir El alma buena de Sezuan en 1942, durante su exilio en Estados Unidos. Brecht, acuñaría el término de <<teatro antiaristiotélico>> o épico para describir su línea de producción teatral, en la que desmarcaría por completo de los parámetros del teatro burgués presente en las salas de teatro hasta la fecha.

Oriol Broggi adopta la obra de El alma buena de Sezuan y le aporta esplendor en el TNC

El dramaturgo abanderaría en el siglo XX  junto a Picastor  un teatro de vanguardia en el que transmitiera al espectador unos esquemas rompedores en los que se anteponía la reflexión política a la alienación del espectador al mimetizarse con los personajes de las obras tradicionales, la visión del mundo sobre la vivencia o el razonamiento contra el sentimiento.

Impresionante Clara Serra interpretando a Xen Te y a su ‘primo’ Xui Ta. Por David Ruano.

La obra narra la historia de tres dioses que visitan una China inventada por Brecth  en busca de una buena persona. En la ciudad de Sezuan -que en realidad es una provincia en el país asiático-, siendo apoyados por el aguador, encontrarán a la joven protituta Shen Te, que les acogerá en su casa y será premiada con dinero bajo una condición: que viva siempre siguiendo la línea de la bondad. Shen Te dejará la prostitución y abrirá un estanco en una ciudad marcada por la brecha social y cada mañana dará de comer a sus vecinos, cumpliendo así uno de los aspectos de la bondad: la generosidad. El negocio de Shen Te prosperará y la propietaria que le alquila el local decidirá obtener tajada y especulará con el precio del alquiler. Aquí, Shen Te tendrá que lidiar con el siguiente dilema: ¿hasta qué punto las buenas acciones son útiles cuando se reciben con interés y avaricia por los que nos rodean?

Clara Serra y Joan Carreras. Por David Ruano.

La perla 29, en su colaboración en la producción de La bona persona de Sezuan junto al TNC se consolida como una de las compañías teatrales del momento, con Oriol Broggi a la cabeza, que tras cosechar éxitos con Èdip en el Romea o Bodas de sangre en la Biblioteca Nacional de Catalunya, adopta la obra de El alma buena de Sezuan y le aporta con labor de dirección un especial sentido y esplendor en el TNC.

Joan Garriga, Francisco Batista, Marià Roch y Madjid Fahem convierten el TNC en un verdadero cabaret. Por David Ruano.

Y cuenta con una brillante Clara Segura como protagonista, interpretando a Xen Te y a su ‘primo’ Xui Ta; Joan Carreras, encarnando el aviador que le rompe el corazón a Xen Te o un acertado Toni Gomila, dando vida y dialéctica al campestre e itinerante aguador, con un marcado acento mallorquín. Asimismo, son destacables, el acompañamiento musical de la mano Joan Garriga, Francisco Batista, Marià Roch y Madjid Fahem que hila el prólogo, los ocho entreactos y el epílogo que conforman la estructura de esta obra con un final abierto programado por Brecth.  Son constantes las alusiones a un público interpelado por la crítica social en esta joya dramatúrgica que, más que apelar al sentimiento del espectador, propone una urgente llamada a la acción.