¿Os habéis parado a pensar en lo que conlleva tener colecciones nuevas en las tiendas cada dos semanas? El ritmo de la moda más accesible es frenético, masivo, insostenible e innecesario. En el otro bando hay jugadores que quieren combatir los estandartes de la industria textil volviendo a sus orígenes, se trata del slow fashion. Un ejemplo claro es Sastrería Moderna, una pop-up store donde el cliente conoce al diseñador, elige sus textiles, compra su modelo y lo recibe 2 semanas después, a medida.

Lo bonito de la cita es poder interactuar con las diseñadoras de Kimoh y Lia Lee

La galería AppartShowroom acogerá la segunda edición de este evento. Lo bonito de la cita es poder interactuar con las diseñadoras de Kimoh y Lia Lee, marcas participantes, para tomar medidas, escoger las prendas y hacer el pedido a la vez que se tiene la oportunidad de participar en el diseño escogiendo textiles o modificando detalles.

Estas dos marcas tienen en común que buscan una moda sostenible, personalizada, participativa y, como resultado, más gratificante para ambas partes. En el caso de Kimoh, la francesa Anne-Cécile Spinach, fascinada por los kimonos japoneses y su trascendencia sentimiental en las familias niponas, trae una reinterpretación de la pieza elegante, versátil y reversible, además de otras propuestas.

La italiana Lia Lee deja atrás la personalización de ropa vintage para dar paso a la pureza de las líneas clásicas en tops y vestidos que muestran un ejercicio de costura exquisito. Con un abanico de tejidos que va desde la seda, el crepé, el fieltro, el Damasco y el algodón, Lee ofrecerá también diferentes estampados para crear piezas sofisticadas, sencillas y atemporales.

A la cita se suman 6 marcas de accesorios cuidadosamente curados entre los que encontraremos joyería de Rio y Becker&Co, bolsos de Pitusse by Lott, zapatos de Eva vs. Maria, turbantes de Jordina Bravo y calcetines de Pacific and Co, todas ellas de diseño cuidado, producción local y amor por los detalles.

Atrévete a probar otra forma de consumir y ve a la tienda de la que te irás con las manos vacías.