El próximo sábado 24 de noviembre la sala Sidecar acoge el directo de Slow Magic y de Tversky. El primero es desde hace tiempo uno de los artistas con más proyección del panorama de electrónica actual. Una vez chequeado su material nos daréis la razón. Vienen a presentar How To Run Away (Downtown Records, 2014), su segundo disco publicado el pasado mes de septiembre. El álbum bebe del synth pop más electrónico y tropical. Voces africanas, texturas tribales y beats sincopados es lo que se esconde tras la máscara de Slow Magic. 

Slow Magic y Tversky encarnan el enigma hecho música. Beats de pop electrónico y una imagen y concepto mimado al máximo.

Por otro lado, estarán los locales Tversky, que han tomado prestado el nombre de un psicólogo matemático que estudió el sesgo cognitivo y de los que poco se sabe. Tienen únicamente un track publicado, que se ha convertido en un must para el equipo de Good2b y para muchos online-diggers. Tras semanas intentando contactar con ellos, al fin respondieron a nuestros mensajes en su cuenta de soundcloud. Nos citaron en una nave industrial de Sant Adrià del Besós. Al llegar al punto de encuentro, donde debíamos entrevistarlos, había una silla con un chico sentado en ella. Tampoco podemos asegurar al 100% que fuera un hombre, ya que tenía la cabeza cubierta de mucho pelo rubio rizado. Nos dijo lo siguiente, y se fue.

Tversky: –Está demostrado científicamente que existe poca relación entre lo que recordamos que nos ha hecho felices y lo que nos hace felices mientras lo vivimos (aproximadamente un 0.5 de correlación). Nuestra única aspiración es llegar a eliminar esa brecha en nuestros conciertos, sea una experiencia agradable o desagradable, lo importante es que el recuerdo sea preciso. Para ello hemos estado 5 años preparando nuestro directo y lo hemos probado científicamente sobre 4 cohortes de n=150 individuos con variedad de edades equidistribuidas entre 12 y 82 años. Podemos asegurar con un 95% de seguridad que esa brecha ya no existe cuando se experimenta nuestro directo.-

Vaya, que tendremos que ir al concierto para saber si la teoría Tversky es cierta. Nosotros apostamos por el SÍ rotundo. En el siguiente enlace tenéis más información sobre el concierto y cómo conseguir entradas.