El CaixaForum de Barcelona nos invita a un viaje por el Montmarte de finales del siglo XIX de la mano de uno de los artistas referentes de la bohemia francesa, Toulouse-Lautrec.

La exposición recoge alrededor de 60 obras de Lautrec y se inspira en su espíritu revolucionario y antiburgués

Cerca de 350 obras se reúnen bajo el nombre Toulouse-Lautrec y el espíritu de Montmartre; pinturas, dibujos y carteles de una veintena de artistas que reflejan el ambiente de un barrio marginal de París que terminó por convertirse en el centro literario y artístico más importante de la Europa del momento. La exposición, que recoge alrededor de 60 obras de Lautrec, se centra en el espíritu revolucionario y antiburgués de un movimiento que tuvo gran influencia en el arte moderno del s. XX.

Obra Social La Caixa ®

Promotores de la producción artística efímera -carteles, ilustraciones e impresiones-, los artistas usaban la ironía y el humor para burlarse de las clases bienestantes, rompiendo con las normas clásicas de las academia.

Los personajes femeninos desempeñan un papel protagonista en el conjunto de las obras, reflejo de las relaciones clandestinas que mantenían los burgueses al margen de la «mujer honesta» con la que estaban desposados.

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Le Chat Noir, el Moulin de la Galette y el Moulin Rouge, así como una cuarentena de locales más, eran testimonio de la mezcla de prostitución, alcohol y creación que congregaban todo tipo de artistas, incluídos grandes nombres como Van Gogh, Modigliani y Picasso. Lautrec, de orígen burgués rechazado por su baja estatura, halló allí, además de un hogar, el lugar idóneo para dejar fluir su creatividad y mostrar su aversión por la hipocresía de las clases adineradas.

La canción de Montmartre de Jules Grun (1868-1938). Obra Social La Caixa ®

Toulouse-Lautrec y el espíritu de Montmartre estará en CaixaForum de Madrid del 20 de febrero al 19 de mayo. Toulouse-Lautrec, un apasionante viaje al bohemio Montmarte, un verdadero recorrido por el icónico barrio parisino que, con sus cafés, teatros, salas de baile y cabarets, no solo fue fuente de inspiración sino también el motor social y cultural de la modernidad.