La identidad corpórea de las personas es incierta, vulnerable e inevitablemente autorreflexiva, con un vínculo muy estrecho con los sentimientos y las sensaciones. Eso es lo que trata de descubrirnos la coreógrafa y bailarina Meg Stuart en An evening of solo works, una selección de solos y fragmentos interpretados por ella misma que se podrá ver el 7 y el 8 de noviembre en el Mercat de les Flors. Del 9 al 11 de noviembre serán 5 bailarines los que darán vida a su obra VIOLET, una pieza muy enérgica con la música en directo de Brendan Dougherty.

La coreógrafa ha redefinido constantemente los márgenes lingüísticos de la danza

Stuart, artista norteamericana afincada entre Berlín y Bruselas, ha recibido este junio de 2018 el León de Oro de la Bienal de Venecia en reconocimiento a su prolífica carrera. Jugando con la improvisación, la coreógrafa ha redefinido constantemente el lenguaje expresivo de la danza y, con la fuerza arrebatadora propia de sus obras, sigue explorando los estados físicos y emocionales así como nuevos territorios y contextos en los que moverse.

Junto con su compañía, Damaged Goods, ha creado más de 30 producciones que van desde solos hasta grandes coreografías, vídeos e instalaciones. A menudo ha colaborado con artistas de otras disciplinas ―de las artes visuales como Gary Hill y Ann Hamilton o compositores como Hahn Rowe y Brendan Dougherty, entre otros― para añadir profundidad a un trabajo que pretende establecer diálogo entre la narrativa y el movimiento, acercándose, e incluso traspasando, la frontera con el lenguaje teatral.

Con una estética dura y subversiva, Stuart va descubriendo y deconstruyendo la idea de identidad, tratando de dar voz a las emociones y monólogos interiores a través de la danza. En An evening of solo works atrapa la incorporeidad de los movimientos involuntarios, las vacilaciones y los ensueños que se entremezclan en nuestra rutina diaria.

Del 9 al 11 de noviembre, VIOLET será la continuación de la investigación del movimiento para recrear formas y esculturas a un ritmo vertiginoso, propio de un concierto de rock. Márcio Kerber Canabarro, Mor Demer, Renan Martins de Oliveira, Kotomi Nishiwaki, Roger Sala Reyner son los 5 bailarines que interpretarán una de las coreografías más abstractas de la artista.