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El tándem formado por una gastronomía marítima con pinceladas escandinavas y un interiorismo muy orgánico solo puede ser ganador. De esta colisión resulta el FISKEBAR, una de las últimas propuestas del siempre infalible Grupo Tragaluz en colaboración con el refinado diseño de Isern Serra. Parte de su encanto tiene mérito intrínseco, puesto que el restaurante reside en uno de los lugares más privilegiados e idílicos de la ciudad de Barcelona, justo al lado de El Port Marítim (Port Vell), convirtiéndolo en el spot perfecto ya sea para cenar en una noche despejada o comer un mediodía de invierno al sol para disfrutar de sus vistas en su máxima plenitud. F: Cortesía de FISKEBAR

En las creaciones de FISKEBAR destaca la influencia nórdica, pero sin olvidarse de la gastronomía mediterránea que tanto caracteriza a Barcelona

FISKEBAR se inspira en la gastronomía y el diseño de los países nórdicos a la hora de crear todo el concepto del restaurante. Así pues, en él conviven las mejores vistas –que son cortesía de la casa– con un local muy auténtico donde predominan los materiales puros, la roca y escasos elementos decorativos muy simples. El exterior cuenta con una amplia terraza con vistas al puerto que hará las delicias de cualquier amante de la mar, aunque lo mejor, evidentemente, es su deliciosa carta.

© FISKEBAR

Sus responsables culinarios son los chefs Àlex Durán y Matteo Spinelli, y se basan mayoritariamente en productos marítimos como pescados, mariscos y algas. En sus creaciones destaca la influencia nórdica, pero sin olvidarse de la gastronomía mediterránea que tanto caracteriza a Barcelona. Predominan los vinos ecológicos y orgánicos y la cerveza bien tirada, y saben escoger a la perfección proveedores y productos que sean locales y sostenibles para crear platos que tengan el mar como elemento principal, ya sea pasta, verduras, arroz o el propio pescado. Su filosofía no es otra que poder brindar a sus comensales una propuesta gastronómica muy honesta y cercana sin perder su sabor, su calidad y su técnica.

© FISKEBAR

Entrantes imperdibles como sus mejillones, beurre blanc, huevas y patatas fritas o su Rejesalat –una suerte de ensaladilla rusa con acento nórdico– son el perfecto preludio a uno de los hits de su carta: la barra fría

Si ponemos nombres y apellidos a sus platos, podemos empezar por entrantes imperdibles como sus mejillones, beurre blanc, huevas y patatas fritas o su Rejesalat –una suerte de ensaladilla rusa con acento nórdico–, el perfecto preludio a uno de los hits de su carta: la barra fría. Se trata de un viaje para los amantes de lo crudo que va desde el sabor más salino de las ostras (las hay hasta de tres tipos) con distintas salsas como la mignonette o soja picante, jengibre y verduritas; hasta nigiris de vieira o dorada; pasando por el tiradito de atún Bluefin, tomate verde, jalapeño y huevas; o el pez limón al aceite de oliva virgen.

Aquellxs que sientan el confort en las brasas, encontrarán su refugio en platos como las pastas como los mezzi paccheri, ragú de rodaballo y espárrago marino o los sencillos tagliolini con anchoas, chile y limón. Pescados como la lubina con espárragos, brócoli y puré de chirivía o carnes como el steak tartar ahumado con encurtidos y raifort o el schnitzel duroc con arándanos rojos y ‘rossinyols’ dan contundencia y sabor a una carta hecha con productos conocidos aunque con condimentos que nos trasladan a Escandinavia por vía del paladar.

© FISKEBAR

FISKEBAR se presenta como un espacio donde disfrutar de una gastronomía 100% marítima con un twist que bien merece una visita. Comer o cenar con una de las vistas más agradables de la ciudad te costará alrededor de 50/60€, dependiendo del vino con el que se decida maridarlo y del apetito.




  • Horario: Abierto todos los días de 13:00h a 02:00h
  • Teléfono: 936 093 692
  • Tipo: Restaurante
  • Web: www.grupotragaluz.com