Si hay algo que uno echa de menos cuando ha estado un tiempo en Brasil, eso es su gastronomía. No es fácil encontrar un pão de queijo en condiciones o una moqueca que lo valga por esta latitud. Es por ello que experiencias como la que nos ofrece FOgO se agradecen. Y no solo por aquello de poder regresar mediante el paladar a las calles de Río o el más profundo Salvador de Bahia, sino porque nos muestra una versión mejorada de esta gastronomía tan suculenta, pasada por el filtro de João Alcântara, un joven intrépido y curioso que ha sabido dar personalidad propia a una cocina ya de por sí arrolladora. Una diabetes diagnosticada a los 19 años le obligaría a cuidar su alimentación, hasta el punto que su vida tomaría un nuevo rumbo, dejando a un lado el marketing y volcando su carrera en los fogones.

João Alcântara es un joven intrépido y curioso que ha sabido dar personalidad propia a una cocina ya de por sí arrolladora

João Alcântara lleva en Barcelona desde 2011 desplegando sus encantos a los fogones, no sin antes haber embelesado a los brasileños por haber participado en el programa de cocina Homens Gourmet. En la Ciudad Condal, sería primero el chef de Maxwell y más tarde de Dani Alves, actual lateral del Barça y uno de los motivos por los que FOgO existe a día de hoy. Quizás precisamente por el hecho de compartir país de origen, el jugador de fútbol -un sibarita empedernido- apoyaría a Alcântara para que toda Barcelona probara las bondades de la cocina brasileña. Como el país amazónico, sus platos están repletos de exuberancia, sabor, color y alegría, y se pueden probar en dos versiones.

El restaurante se divide entre su versión más popular -boteco- y un piso superior donde se sirve auténtica comida de autor

La primera se encuentra en la planta baja del restaurante, que está situado en la calle Córcega y cuenta con dos alturas. Es ahí donde encontramos el Boteco FOgO, que vendría a ser un bar o casa de comidas típico de Brasil. Un punto de encuentro informal para compartir platos bañados por una suculenta carta de cócteles. No faltan clásicos de la ‘cozinha popular brasileira’ como el delicioso pão de queijo, la suculenta moqueca -un popular guiso de pescado brasileño-, el picadinho, la galinha com quiabo -pollo acompañado de arroz blanco, farofa crocante y feijão-, el siempre infalible churrasco, el clásico guiso de habas negras con carne de cerdo que ellos llaman feijoada o la carne de sol, que Alcântara propone acompañar con una acertada carta de cócteles de autor brasileños, donde no faltan imperdibles como la caipiriña. El tiquet medio del boteco son 22€. Adelantamos que cada miércoles, de 20:00 a 23:30 se celebra el Polvazo, un día dedicado al pulpo, que podrás probar previa reserva.

El FOgO propiamente es un restaurante de cocina creativa brasileña que solo cuenta con un menú degustación

El tema se pone serio cuando uno sube las escaleras para aterrizar en el FOgO propiamente dicho, un restaurante de cocina creativa brasileña que solo cuenta con un menú degustación, a través del cual João Alcântara hace un alarde infinito de creatividad para que el paladar implosione. Aunque los platos cambian según temporada, el hilo conductor de tal manjar es un viaje por la geografía brasileña a través de sabores variopintos, que podrás seguir a partir de un mapa que a la vez hace de carta, para que así no te pierdas lo que se sirve en la mesa mientras vas comiendo. Puedes empezar por el Biscoio de Povilho, un clásico de la playa de Ipanema aunque en su versión más sofisticada; al que le sigue un chupito de feijoada, que querrás sea en realidad una olla entera por lo sabroso que es; para continuar así con el dadinho de tapioca, un capricho elaborado a base de tubérculo; y pasar al salpicão o la crema de milho con foie, otro de los hits indiscutibles de este menú infalible. Le sigue el mejor pão de queijo de queijo que jamás hayas probado; que da paso a un excelente gazpacho de açaí, una muestra clara de que el chef se ha popularizado también con la cultura gastronómica de su actual país de residencia. Podrás terminar con platos como la moqueca de carabinero, un finísimo bacalao negro o la rabada, sin olvidar la caipirinha. Si te ha sabido a poco, el jardín cítrico que te espera a la meta de este menú de aproximadamente 13 platos, te dejará con una sonrisa de oreja a oreja. Obviamente, el menú cuesta 90€, que puedes maridar con vinos o combinar con una sola referencia. Lo mejor es siempre dejarse aconsejar.

Como el propio João Alcântara: «Si el producto está en la naturaleza, Brasil es la potencia culinaria más grande del mundo». Si alguien no se lo cree, que vaya al FOgO y pruebe. Puede que lo próximo que hagas sea coger un billete a Brasil.