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  • By Claudia González

STILLZ inmortaliza a Bad Bunny en un fotolibro convertido en objeto de culto

STILLZ inmortaliza a Bad Bunny en un fotolibro convertido en objeto de culto

Detrás de algunas de las imágenes más icónicas de la música urbana y la escena latina actual está STILLZ, seudónimo del colombiano-estadounidense Matías Vásquez. Es considerado uno de los creativos más influyentes de su generación. Su proyecto artístico parte de una premisa clara: retratar a los iconos de su tiempo con la misma naturalidad con la que Andy Warhol lo hizo en los setenta. Para ello, siempre lleva consigo una Polaroid Big Shot de aquella década, con la que ha fotografiado a figuras como Kanye West, Rosalía, XXXTentacion, Kali Uchis o incluso Mike Tyson. Instantáneas que se convierten en cápsulas de memoria y que le han dado un estilo más que reconocible, inconfundib

El ojo detrás de la era dorada del reaggetón

Ese mismo enfoque late en su faceta como director de videoclips. STILLZ es fundador de la productora We Own the City, desde donde ha firmado piezas para artistas como Bad Bunny, Jhay Cortez o Rosalía, alejándose de los clichés del reggaetón para introducir referencias cinematográficas y pop inesperadas. Su nombre se ha convertido en sinónimo de autenticidad, de un nuevo imaginario para la música urbana que conecta con otros universos más asociados al mainstream, pero desde lo experimental.

Una relación creativa que ha definido la imagen de Bad Bunny

Ahora, esa complicidad con Bad Bunny cristaliza en un proyecto editorial único: el fotolibro Bad Bunny by STILLZ. La publicación reúne imágenes tomadas con película Polaroid caducadas de los años 70, para otorgarles un aura irrepetible. Son fotos que recorren desde 2019 hasta 2025, capturando al artista puertorriqueño en giras, camerinos, shows y momentos de intimidad lejos de los focos. STILLZ, que ha dirigido más de una decena de videoclips de Bad Bunny, convierte aquí esa relación profesional y personal en un relato visual alternativo: un archivo íntimo que es también un objeto de culto.

La presentación del libro ya está girando por distintas ciudades y el pasado 30 de septiembre tuvo lugar una firma que nos toca muy de cerca. STILLZ, tapando su rostro durante todo el acto como es habitual, se encontró en la librería Terranova de Barcelona con fans y curiosos. El evento contó incluso con la presencia de Bad Gyal, que se dejó caer por allí para no dejar su ejemplar sin autógrafo. Un detalle que resume la dimensión cultural de este proyecto: más que un simple fotolibro, es un testimonio generacional sobre un movimiento creativo, una propuesta estética que ha redefinido la visión y la forma de entender toda una escena.