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¿Qué significa ser mujer? Hannah Starkey ofrece su propia respuesta en Photographs 1997 – 2017, un recopilatorio imágenes de mujeres de estilo híbrido entre performance y documental que ha publicado con Mack el pasado mes de noviembre.

La artista irlandesa ha tratado de capturar y retener miradas, gestos e incluso sentimientos propios de la vida cotidiana de las mujeres

Distintas generaciones de mujeres en su rutina diaria, veinte años de momentos íntimos, de autoreflexión y de interacción social… lo que pueden parecer meras imágenes de observación son, en realidad, el resultado de una coreografía compleja y muy pensada; la reproducción particular de lo que la artista ha visto en calles, bares o cafés de la ciudad. El principal atractivo de la obra de Starkey reside, justamente, en su interés por la verdad psicológica, más allá de la verdad fotográfica.

La artista irlandesa ha tratado de capturar y retener miradas, gestos e incluso sentimientos propios de la vida cotidiana de las mujeres, dando, a su vez, una nueva concepción a la fotografía de observación. Las imágenes pues, son la mezcla exacta entre la emoción del documental y la superficialidad que acompaña la publicidad; arte, montaje y realidad fundidos en una fotografía. Starkey se aproxima a las vidas de las mujeres desde diferentes perspectivas, jugando con lenguajes de múltiples géneros fotográficos, para cuestionar la concepción actual de la figura femenina y como se la representa en la cultura popular.

A lo largo de su carrera, la artista ha sido testigo de los juicios y presiones a los que están sometidas las mujeres en el mundo de la fotografía, sea cual sea el rol que ocupe, tanto el de retratista como el de sujeto fotografiado. Es muy consciente también de cómo se hace creer a las chicas, ya desde jóvenes, que su valor está en el aspecto. Con su obra, Starkey quería hacer, justamente, algo totalmente distinto, crear una relación con las mujeres de sus fotografías mucho más cercana, íntima y sin juicios.

A pesar de que siempre ha sido una artista política de forma implícita, son sus últimas fotografías las que demuestran su lado más crítico y activista, imágenes de las protestantes de la marcha de las mujeres contra Trump en London el 2017. También en ellas ha empleado herramientas de postproducción, haciendo de nuevo hincapié en la realidad psicológica y la lucha feminista por encima de la realidad anecdótica de la fotografía.