El mundo de la moda siempre ha ido a la vanguardia reflejando los cambios que se han ido dando a nivel social, y solo era cuestión de tiempo que las firmas comenzaran a ofrecer opciones que contemplaran, por ejemplo, los nuevos escenarios en materia de género. En este sentido, la nueva colección FW16 de Pepa Salazar materializa a través de la ropa este tema tan actual, y de qué manera ha ido desdibujándose su tradicional manifestación en la sociedad.

Era cuestión de tiempo que las firmas comenzaran a ofrecer opciones que contemplasen los nuevos escenarios en materia de género

Los códigos performativos que conforman el género (movimientos, gestos, forma de hablar o la ropa que se escoje, entre otras cosas), al contrario de lo que hasta hace poco tiempo se creía, los aprendemos culturalmente desde la infancia y no tienen por qué ir psicológicamente ligados al sexo de la persona. Los millenials han sido los primeros en adoptar de una forma muy natural y orgánica nuevos códigos que rompen con lo establecido, comenzando a desdibujar los tradicionales géneros binarios (mujer y hombre), que ya no se podían seguir sosteniendo impunes.

En la colección de Pepa Salazar nos encontramos con múltiples capas, contrastes, texturas muy particulares y colores neutros, que le permiten jugar con la neutralidad y la ambigüedad. Las prendas no atienden a un género completo, sino a todo el abanico de posibilidades que hoy en día ya se contempla. Continúa planteando las prendas como si de puzzles se tratara. Piezas que van conformando un entramado complejo y desestructurado, y que juegan al contraste dejando ver partes del cuerpo tan sugerentes como los hombros. Cortes típicos de la sastrería masculina se fusionan con piezas muy envolventes y femeninas. La colección multiplica las opciones de combinaciones, y los verbos conjuntar, superponer y contrastar se erigen como clave para entender la arriesgada propuesta FW16 de Pepa Salazar, la cual por cierto, se puede adquirir ahora también desde Opening Ceremony.

Photos © Phillipe Milton