GOD IS BLACK PART 2: Emocionante capítulo de la serie de Umit Benan en la 080
Umit Benan quería ser cineasta, pero se decantó por la moda de forma bastante natural, mientras que mantuvo intacta su necesidad de contar historias. De hecho, no distingue entre la vida, la imaginación y la ficción, porque, en realidad, no hay distinción alguna. «Me interesan los contrastes. De eso trata la vida, ¿no?», señala. Sus prendas —reales, atrevidas e imaginativas— lo corroboran.
La impronta estética deja una marca imborrable en las mentes fecundas. Umit Benan es hijo de padres turcos, nació en 1980 en Alemania y se crio en Estambul. Durante su niñez en los años ochenta, recibió el bombardeo de las modas asertivas y las poderosas visiones masculinas de la época, gracias a su padre, un fabricante de ropa. Como adolescente en los años noventa, absorbió los contrastes y la superposición de capas de la década, mientras crecía lejos de casa en un internado y en la universidad, en Suiza y Estados Unidos.
Su punto de vista muy personal procede de estas raíces. Tras licenciarse, Umit consiguió hacer trabajos para renombrados diseñadores en Nueva York y Milán, donde finalmente se estableció en 2006. Lanzó su línea homónima en 2009 y ganó, en breve, la 1ª edición del concurso Who’s on Next/Uomo en Pitti Uomo al año siguiente. En 2012, Umit Benan fue elegida la mejor marca de moda masculina en Japón. Entre 2011 y 2013, Umit fue director creativo de Trussardi, donde diseñó moda masculina, femenina y accesorios para la primera línea.
Umit Benan utiliza la ropa para crear personajes y aprovecha las experiencias multiculturales que ha acumulado en una ciudad caótica llena de contrastes, como es Estambul, o la mezcla de diferentes personajes y culturas que ha vivido en la residencia del internado. Son estas mezclas y fricciones las que lo impulsan. «No me gusta la perfección», afirma, habiendo dominado el arte de la perfecta imperfección. A partir de ese momento, el casting a pie de calle se convierte en una herramienta fundamental: no como un truco de magia, sino como parte integrante del proceso de diseño.
Cuando Umit encuentra al personaje que personifica el estado de ánimo que considera para la temporada, construye toda una historia de ficción a su alrededor, anotando todo minuciosamente, como buen narrador de historias que es, para luego plasmarlo en las prendas. La libertad de expresión es el principal objetivo vital de Umit y la razón por la que decidió ser creador de moda. Con cada colección, aborda temas que le afectan personalmente, ya sean ideas erróneas acerca de la barba, el espíritu de los artistas proscritos, que deambulan por las nocturnas calles metropolitanas, o los recuerdos de una novia que amaba la moda masculina.
La propia marca de confección de Umit puede estar envuelta en un aura narrativa, pero son las propias prendas las que expresan y rezuman masculinidad por antonomasia. Son sofisticadas, lujosas y resistentes: el vestuario elegido por hombres elegantes que se ensucian las manos. Refinado pero crudo, el hombre de Umit Benan es auténtico, poderoso y lleno de contrastes intensos. Como la vida misma.
Pionero en usar el diseño para contar historias, Umit Benan explora la profesión de creador de moda como algo más que una propuesta de nuevas siluetas y formas para cada temporada, evitando a la vez la trampa de crear imágenes simplemente como un ejercicio de estilo virtual. Aunque enfocado en prendas reales, fabricadas para ser usadas por hombres reales, el objetivo de Umit es siempre el de comunicar un mensaje más amplio, siempre ligado al mundo en el que habita y a las cosas que le afectan personalmente.
Como hombre musulmán que vive en un polarizado mundo occidental, y siempre portavoz de una masculinidad asertiva, Umit Benan canaliza el controvertido carácter del musulmán negro en su nueva colección. Chaquetas camperas, trajes relajados, caftanes, clásicos abrigos de sastrería y cárdigans son su interpretación de la moda concebida para llegar a la calle.