Alessandro Michele, director creativo de Gucci, ha tomado posesión del Instagram de la marca italiana para contar, en forma de diario dividido en seis posts diferentes, el futuro de la compañía en la era post-COVID-19 a la que nos empezamos a enfrentar. Para la sorpresa de muchos, ha anunciado la cancelación de la mayoría de desfiles de temporada de la marca, alejándose del calendario tradicional de la moda y asegurando que, a partir de este año, la firma celebrará tan solo dos desfiles anuales. F: Alessandro Michele fotografiado para Vogue

Alessandro Michele dictamina el futuro de Gucci: se aleja de la idea tradicional de las temporadas para presentar sus colecciones en dos desfiles anuales

En su largo comunicado, Michele habla de cómo la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 le ha dado el tiempo suficiente para reflexionar entorno a las razones que le hicieron adentrarse en la industria de la moda y a su deseo de cambiarla desde dentro. Habla de una situación de urgencia provocada por dicha industria, por sus trabajadores y por la humanidad en general, y de cómo ésta ha «dominado y herido la naturaleza» hasta el punto de tener que volver a nuestras raíces. El primer paso para hacerlo es deshacerse de todo aquello que sea innecesario.

Es por eso que Gucci, que en la temporada pasada ya optó por celebrar desfiles sin emisiones de carbono, va a deshacerse de conceptos como colección crucero, primavera-verano o otoño-invierno y presentará sus colecciones en desfiles que se celebrarán solo dos veces al año. Con eso, Michele pretende alejarse de un exceso de teatralidad que cree que no tiene razón de ser, y así buscará un cambio que les permita trabajar a un ritmo propio y beneficiar su creatividad, además de ser mucho más ecológicamente sostenible.

Y es que como el propio Michele dice en su statement, y en una frase que podría resumir la industria de la moda a la perfección, a Gucci le faltaba el aliento para llegar al final del día. Con cinco colecciones de media al año, la marca pasará a enseñarlas en dos desfiles potencialmente responsables ecológicamente hablando; una de las respuestas más radicales al panorama que la pandemia ha dejado en la industria de la moda.